El 5 de enero marca la víspera del Día de Reyes, una festividad llena de tradiciones y magia.
En esta noche, los Tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, llegan cargados de regalos para los niños y las familias se preparan con entusiasmo; los pequeños dejan sus zapatos o calcetines en espera de recibir juguetes, dulces y otros obsequios.
Una de las tradiciones más destacadas es la partida de la Rosca de Reyes, un pan redondo que simboliza la unidad familiar que dentro esconde una pequeña figura del niño Jesús, y quien la encuentre, deberá invitar los tamales el 2 de febrero, durante el Día de la Candelaria.
El Día de Reyes no solo es una ocasión para recibir regalos, sino también un recordatorio de la generosidad de los Reyes Magos, quienes, según la tradición, viajaron para entregar sus obsequios al niño Jesús. En muchas comunidades, se realizan desfiles y eventos difundiendo mensajes de alegría y esperanza.
En muchas partes de México, esta celebración va más allá de los regalos, ya que es una oportunidad para compartir en comunidad y revivir las tradiciones. Los niños no solo esperan los obsequios de los Reyes Magos, sino que también disfrutan de la alegría de saber que el que encuentra al niño Jesús en la rosca tiene la responsabilidad de pagar los tamales el 2 de febrero, en un acto de generosidad y unión familiar.