La informalidad laboral se dispara en México
El mercado laboral en México presenta señales mixtas al cierre de 2024, con avances y algunos retos.
Según los últimos datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, las personas que están trabajando o buscando trabajo, alcanzó los 61.1 millones, lo que representa una ligera alza respecto al año anterior. Sin embargo, los especialistas advierten que aún persisten desafíos importantes, especialmente en la informalidad y la subocupación.
Uno de los aspectos más destacados es el crecimiento de los sectores de servicios, como los restaurantes y el transporte. Estos sectores vieron un aumento en el número de personas ocupadas, lo cual es positivo para la economía del país.
Sin embargo, la informalidad laboral sigue siendo un problema importante. Más de la mitad de los trabajadores están empleados en la economía informal, lo que implica menos derechos laborales y un mayor riesgo en su estabilidad.
En cuanto a la subocupación, es decir, aquellas personas que trabajan menos horas de las que desearían, se registró un aumento. Alrededor de 5 millones de personas están en esta situación, lo que refleja que muchas personas no están aprovechando al máximo sus habilidades o el tiempo disponible para generar más ingresos.
En términos de desocupación, la tasa de personas sin empleo es baja, pero el número de desempleados sigue siendo relevante. Con 1.6 millones de personas sin empleo, el gobierno y las empresas deben seguir buscando maneras de generar más oportunidades, especialmente para los jóvenes y quienes han perdido sus trabajos a causa de la desaceleración económica.
Las ciudades más grandes del país siguen concentrando la mayoría de los empleos, con más de la mitad de la población ocupada trabajando en áreas urbanas. Esto también refleja un patrón común: las oportunidades laborales en las zonas rurales son más limitadas, lo que lleva a muchas personas a desplazarse a las grandes ciudades en busca de trabajo.
A pesar de estos avances, algunos estados muestran altos niveles de desempleo, como Tabasco y la Ciudad de México, lo que indica que aún existen desigualdades en el acceso al trabajo, sobre todo en las regiones con menos infraestructura y oportunidades de desarrollo.
La situación laboral mexicana sigue evolucionando y, aunque los números generales muestran una ligera mejora, la necesidad de crear empleos formales y bien remunerados sigue siendo una de las grandes tareas pendientes para el país.