La luz y sombra de ser mujer en México
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una fecha de profunda reflexión en México y en todo el mundo.
No se trata de una celebración, sino de una conmemoración que recuerda las luchas históricas de las mujeres por la igualdad de derechos, el acceso a mejores condiciones laborales y la erradicación de la violencia de género.
En México, esta fecha tiene un impacto especial, pues si bien es un recordatorio de los avances logrados en materia de derechos humanos, también señala las grandes sombras que persisten, como la violencia machista, los feminicidios y la impunidad que aún afecta a muchas mujeres. La luz de los avances se ve opacada por las sombras de un sistema que no siempre garantiza justicia para las víctimas.
Un origen de lucha y memoria
El Día Internacional de la Mujer, conmemorado el 8 de marzo, tiene sus raíces en eventos históricos clave que marcaron el inicio de una lucha global por los derechos de las mujeres. En 1910, Clara Zetkin propuso la idea de un "Día Internacional de la Mujer Trabajadora" durante una conferencia en Copenhague, y el primer 8 de marzo de 1911, se conmemoró en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.
Este día también tiene un componente trágico, ya que en el mismo año, un incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist en Nueva York mató a 146 mujeres, resaltando la urgencia de mejorar las condiciones laborales.
En México, el movimiento feminista tiene sus orígenes en Yucatán a principios del siglo XX, con figuras como Hermila Galindo y Elvia Carrillo Puerto, quienes lideraron los primeros clubes feministas. En 1916, se celebró el primer Congreso Feminista en Mérida, donde se discutieron derechos reproductivos y políticos. La lucha continuó con la obtención del voto femenino en 1953, y más tarde, con avances en derechos reproductivos y en la igualdad salarial y política.
A lo largo de los años, las mujeres mexicanas han logrado importantes conquistas, incluyendo la implementación de cuotas de género en la política. Sin embargo, aún persisten desafíos para alcanzar una paridad sustantiva, lo que implica garantizar no solo derechos formales, sino también una igualdad real de oportunidades.
La sombra de la violencia y la impunidad
A pesar de los avances en áreas como la educación y la participación laboral, la violencia de género sigue siendo una de las principales sombras que afectan a las mujeres en México.
Según el informe "Violencia contra las mujeres" de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), que recopila datos de enero de 2015 a enero de 2025, los feminicidios continúan siendo una grave problemática.
Durante este periodo, se han registrado 8 mil 455 feminicidios en el país, una cifra que evidencia la magnitud de la crisis de violencia de género, esto significa que aproximadamente 2 mujeres son asesinadas al día en México por razones de género.
Este término hace referencia al asesinato de una mujer por razones de género, es decir, cuando el crimen se comete por odio, desprecio o por la condición de ser mujer. Los feminicidios se distinguen de otros homicidios por la violencia extrema, que en muchos casos involucra métodos como golpes, estrangulamientos o el uso de armas blancas, en lugar de armas de fuego.
En cuanto a homicidios dolosos, el informe señala que en México, entre enero de 2015 y enero de 2025, se han registrado un total de 25 mil 777 mujeres asesinadas por homicidio doloso, lo que implica un promedio de aproximadamente 7 mujeres asesinadas al día durante este periodo.
El homicidio doloso es aquel en el que se causa la muerte de una persona con la intención de hacerlo, es decir, con premeditación o a sabiendas de que se está cometiendo un acto fatal.
Además de los feminicidios y homicidios, la violencia en el hogar sigue siendo una amenaza constante para miles de mujeres. En el mismo periodo de 10 años, se han registrado 2 millones 237 mil 766 casos de violencia intrafamiliar contra mujeres. Un número sorprendente, considerando que eso implicaría que en promedio, aproximadamente 430 mujeres serían víctimas de delitos de violencia familiar al día.
Estos datos reflejan la magnitud del problema y la urgencia de reforzar las estrategias de seguridad y prevención. La violencia contra las mujeres no es un fenómeno aislado, sino una crisis sistemática que sigue en aumento y requiere respuestas contundentes por parte de las autoridades. La impunidad sigue siendo una barrera que impide el acceso a la justicia para las víctimas, lo que perpetúa el ciclo de violencia y refuerza la sensación de desprotección en muchas mujeres.
El reto de la impunidad
Uno de los mayores desafíos que enfrentan las mujeres en México es la impunidad que rodea los casos de feminicidio y violencia de género. Según el informe de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), de los 7,246 feminicidios registrados de enero del 2012 a enero del 2022, solamente el 23.32% de los feminicidios terminan en una sentencia condenatoria.
Esto significa que más del 76% de estos crímenes quedan impunes, lo que refleja las graves deficiencias del sistema judicial mexicano.
El problema de la impunidad está relacionado con diversos factores, como la falta de capacitación en los cuerpos de seguridad y el mal manejo de las pruebas en los casos de feminicidio. A pesar de que existen suficientes pruebas para condenar a los culpables, muchos de estos casos terminan en absolución debido a errores procesales o negligencia.
La luz de la educación y la participación
A pesar de las sombras que persisten, también es cierto que las mujeres mexicanas han logrado avances significativos en diversos campos. Un área clave ha sido la educación, donde se ha registrado un aumento constante en la participación de las mujeres.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el ciclo escolar 2023-2024, 2 millones 147 mil 809 mujeres están cursando una carrera universitaria en México, lo que demuestra que cada vez más mujeres tienen acceso a la educación superior.
Este avance es fundamental, ya que la educación es una herramienta clave para empoderar a las mujeres y permitirles acceder a mejores oportunidades laborales y de participación social.
La participación política también ha sido un campo en el que las mujeres han avanzado. En los últimos años, la presencia femenina en cargos públicos ha aumentado, pero la violencia política de género sigue siendo un obstáculo significativo.
Las mujeres políticas continúan enfrentando discriminación y amenazas, lo que limita su capacidad para ejercer plenamente su liderazgo. Sin embargo, la creciente participación de las mujeres en la política, principalmente ahora con la primera presidenta del país, es un indicio de que los roles de género están cambiando y de que las mujeres están tomando cada vez más protagonismo en la toma de decisiones a nivel nacional y local.
El Día Internacional de la Mujer no es solo un recordatorio de los logros alcanzados, sino también un llamado urgente a la acción. Las mujeres en México siguen enfrentando desafíos enormes, desde la violencia de género hasta la discriminación en el ámbito laboral y político.
Aunque se han logrado avances, el camino hacia la igualdad sigue siendo largo y está marcado por las sombras de la violencia y la impunidad. Es fundamental que el gobierno, las instituciones y la sociedad civil trabajen juntos para erradicar la violencia de género y garantizar la plena participación de las mujeres en todos los aspectos de la vida pública y privada.
Para que el Día Internacional de la Mujer no sea solo una conmemoración, sino un verdadero motor de cambio, es necesario que todas las voces se unan para exigir un México más justo e igualitario. La luz de los avances alcanzados debe ser un faro que guíe la lucha por la igualdad, mientras que las sombras de la violencia y la impunidad nos recuerdan que aún queda mucho por hacer.