Las secuelas que dejó el Covid en los mexicanos
En la actualidad, el uso de pruebas rápidas de antígenos ha experimentado una disminución significativa en comparación con etapas anteriores. En su lugar, se ha implementado un enfoque basado en una serie de cuestionamientos dirigidos a los pacientes. Estos cuestionamientos están diseñados para indagar acerca de los síntomas que están experimentando y para determinar si han estado en contacto cercano con alguien que presenta síntomas sospechosos. Este enfoque tiene como objetivo reducir los costos asociados a las pruebas médicas, dado que la situación económica en Durango no se encuentra en su mejor momento.
Las secuelas más comunes que persisten tras haber padecido COVID-19 incluyen la pérdida del sentido del olfato y el gusto. Además, se han observado cambios en la coloración de la piel, así como alteraciones en la sensación de la piel. Otro efecto secundario común es la disminución de la capacidad respiratoria. Esta pérdida de función puede manifestarse de diversas formas, desde la necesidad permanente de utilizar oxígeno hasta una reducción de la capacidad pulmonar, tambien en casos documentados, hay situaciones donde pacientes presentan de manera temporal sintomas de diabetes e hipertención, pero posterior a dejar de padecer el COVID, estos sintomas desaparecen.
La economía de Durango ha enfrentado dificultades en los últimos tiempos, lo que ha llevado a una reconsideración en la forma en que se aborda la detección de COVID-19. La priorización de cuestionamientos y evaluaciones clínicas en lugar de pruebas rápidas busca aliviar la carga económica sobre los pacientes y sus familias. Al comprender la situación financiera complicada que muchas personas están experimentando, las autoridades médicas han optado por una estrategia que equilibre la necesidad de diagnóstico con la necesidad de afrontar los desafíos económicos actuales.
Es importante subrayar la diversidad de efectos que puede tener el COVID-19 en los pacientes. La pérdida del sentido del olfato y el gusto puede impactar la calidad de vida y la percepción sensorial. Los cambios en la piel y la sensación de la piel son manifestaciones adicionales de la complejidad de esta enfermedad. Por último, las implicaciones respiratorias demuestran la relevancia de abordar la COVID-19 con seriedad, incluso después de haber superado la fase aguda de la enfermedad.