El primer ministro libanés, Najib Mikati, denunció este miércoles que Israel ha violado el acuerdo de alto el fuego que entró en vigor hace una semana, con más de 60 incidentes hasta el momento.
Mikati expresó su preocupación durante una sesión del Consejo de Ministros del Líbano, donde destacó que, a pesar de las violaciones continuas, su gobierno sigue esperando que el cese de hostilidades conduzca a una "estabilidad permanente" en la región.
Mikati mencionó que, a pesar de los ataques repetidos por parte de Israel, la situación sigue siendo tensa. En la misma jornada, se registraron algunos ataques limitados en el sur del Líbano, lo que evidenció la fragilidad del alto el fuego. "Ha pasado una semana desde el alto el fuego y seguimos viendo las violaciones israelíes, que hasta ahora ascienden a más de sesenta", señaló el primer ministro.
El mandatario libanés advirtió que los ataques israelíes continuos podrían generar un ambiente de "ansiedad" en el Líbano, un país que aún lidia con las secuelas de los desplazamientos masivos de ciudadanos, especialmente en el sur. Mikati expresó su esperanza de que la decisión árabe de apoyar el alto el fuego tenga un impacto diplomático positivo, con el objetivo de resolver la situación de manera racional y pacífica.
La calma relativa en el Líbano, experimentada este miércoles, contrastó con los intensos enfrentamientos de días anteriores, que dejaron decenas de muertos en territorio libanés a raíz de los ataques israelíes. Estos ataques fueron una represalia por el lanzamiento de proyectiles desde el grupo chií Hizbulá, uno de los actores clave en el conflicto. La violencia reciente subraya las dificultades para alcanzar una paz duradera en la región.
La Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) informó sobre bombardeos israelíes en la llanura de Marjayún y un ataque con dron en la ciudad de Majdal Zoun, en el distrito de Tiro, aunque hasta el momento no se ha confirmado si estos incidentes causaron víctimas mortales. Además, se reportó la explosión de casas y edificios en la ciudad de Jiam, cerca de la frontera con Israel, donde se mantiene la presencia de soldados israelíes desde principios de octubre.
El acuerdo de alto el fuego estipula la retirada del Ejército israelí del sur del Líbano y el repliegue de los combatientes de Hizbulá al norte del río Litani. Sin embargo, las violaciones constantes de este acuerdo por parte de Israel dificultan la implementación efectiva de estas medidas, lo que alimenta las tensiones y pone en riesgo la estabilidad en la región.
Con la situación aún en tensión, Mikati reiteró la importancia de que el alto el fuego conduzca a una paz duradera. A medida que la diplomacia internacional continúa su labor, los ojos del mundo permanecen atentos al desarrollo de los eventos en el Líbano, donde la esperanza de una estabilidad duradera sigue siendo un objetivo difícil de alcanzar.
Con información de EFE.