Centenares de personas acogieron este domingo los ataúdes repatriados a Kiev de los once ucranianos muertos en el avión civil derribado por error en Irán, en un contexto de tensiones exacerbadas entre Washington y Teherán.
El presidente Volodiymir Zelenski, el primer ministro Oleksi Goncharuk y otros dignatarios asistieron a una ceremonia solemne en el aeropuerto Boryspil de la capital ucraniana.
Zelenski, vestido de ropa oscura, puso flores en los ataúdes de los nueve tripulantes y de los dos pasajeros ucranianos fallecidos y habló brevemente con sus familiares.
Los ataúdes, envueltos en banderas ucranianas, azules y amarillas, fueron transportados a la pista por guardias de honor que también enarbolaron las banderas de otros países de origen de las víctimas. Los féretros permanecerán varias horas en una terminal del aeropuerto para recibir homenajes. El funeral está programado para el lunes.
El presidente ucraniano no pronunció ningún discurso, pero la presidencia expresó en un comunicado sus "sinceras condolencias a las familias y a los familiares de las víctimas".