En entrevista con Meganoticias TVC, Ana Lucia Salazar, habla del abuso sexual del que fue víctima por parte de un sacerdote de los Legionarios de Cristo, cuando tenía 8 años de edad. "Fue tremendo para mi, me cambió la vida, me cambió la infancia".
"La gente no es tonta, los números están matizados porque el impacto sería más fuerte si revisamos detalladamente. No son 60 abusados de parte de Marcial Maciel, son muchísimos más", así lo dijo Ana Lucía Salazar, conductora y víctima de uno los Legionarios de Cristo cuando tenía ocho años.
La conductora asegura que, entre 1991 y 1992, cuando tenía ocho años, fue abusada sexualmente por Martínez, director del colegio de los Legionarios al que asistía en Cancún, en el Estado de Quintana Roo. "Yo era muy pequeña y no sabía a lo que me estaba enfrentando. Él me hacía pensar que era una niña especial, que quería ser mi amigo y lo hacía para abusar de mí", señala Salazar a este diario. La conductora asegura que esos años al menos hubo otros siete niños más que fueron víctimas de Martínez y que los abusos no se daban en ambientes violentos sino en contextos de manipulación. "Te utilizan, te mienten y luego te desechan y te acallan. Te causa un trauma que mientras te abusan te digan que no está pasando nada malo, que Dios está viendo", comentó.
"Es tremendo que aún hay niños con estos señores. Estos son delitos, no pecados", dijo.
"Yo fui una abusada solitaria. Había niñas que eran violadas en grupo mientras tenían la biblia y hacían ritos catolicos. Ellos tenían cómplices. Ganas de morirme nunca me faltaron. Es absurdo que el Papa Juan Pablo II no sabía de esto", indicó.
Miembros de los Legionarios se reunieron con sus padres cuando ella habló sobre el abuso que sufría y trataron de excusar al cura bajo el pretexto de que había que entenderlo porque era hombre y podía cometer errores: "Mi papá muy molesto les respondió que si era hombre, para eso estaban las mujeres adultas, no las niñas. Fue atroz". Salazar asegura que sus padres intentaron llevar el caso a la justicia civil pero que finalmente desistieron por miedo a que revictimizaran a su hija. "Yo los entiendo y no los juzgo. Esto lastimó a mi familia profundamente hasta el día de hoy". "Este señor ha abusado a lo largo de su vida de muchas niñas que hoy permanecen en el anonimato. Yo decidí dar la cara porque se le ha resguardado y protegido por años después de destruir nuestras infancias", expresó.
Los casos de abuso sexual cometidos por miembros del clero de la Iglesia católica hacen referencia a una serie de condenas, juicios e investigaciones sobre casos y crímenes de abuso sexual infantil cometidos por sacerdotes y miembros del clero católico en contra de menores de edad, que van desde los 3 años, e involucran, en la mayoría de los casos, a niños y adolescentes de entre 11 y 16 años de edad.
El caso de pederastia a cargo del fundador de los Legendarios de Cristo fue denunciado desde 1997 y hasta ahora la congregación aceptó las decenas de abuso sexual cometidos pro el padre Marcial Maciel y otros sacerdotes.
La congregación dio a conocer que 175 menores fueron víctimas de abusos sexuales cometidos por 33 sacerdotes. Según el reporte, 60 de esos menores sufrieron abusos sexuales por parte de Marcial Maciel. Raúl González.
El prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal João Braz de Aviz, reconoce ahora que el Vaticano tenía desde 1943 documentos sobre la pederastia del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
El cura pederasta fue presentado durante años por Juan Pablo II como apóstol de la juventud y mimado por incontables obispos y cardenales, muchos de ellos españoles, Benedicto XVI le conminó en 2006, meses después de la muerte del Pontífice polaco, a retirarse a México el resto de su vida, dedicado "a la penitencia y la oración". Murió sin pedir perdón dos años más tarde, cuando una comisión de investigación ya había desvelado sin ningún género de dudas sus actividades delictivas y una vida de crápula tolerada por el Vaticano.
Las denuncias de sus incontables víctimas, a las que se unieron más tarde las de las mujeres con las que el sacerdote Maciel había tenido hijos, arreciaron hasta hacerse insoportables para el Vaticano. Nadie tomó medidas. "No se procesa a un amigo del Papa", argumentaron quienes debían intervenir, en primer lugar el cardenal Josep Ratzinger, hoy Papa emérito. Maciel también era su amigo, además de confesor del Papa polaco en muchas ocasiones. "Esperaban a que Dios les sacara del atolladero con la muerte de Juan Pablo II o la del acusado", dijo en 1999 una de sus víctimas y denunciante, Alejandro Espinosa, que tuvo la desgracia de ser presa del fundador legionario en el frío caserón del seminario de Ontaneda (Cantabria).
Marcial Maciel Degollado, iba para santo hasta que varios de los seminaristas de los que abusó se unieron para clamar desesperadamente ante el Vaticano.