Este martes, cientos de trabajadores judiciales se congregaron frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en la Ciudad de México, en apoyo a los ministros que deliberan sobre la posible inconstitucionalidad de la reciente reforma judicial impulsada por el Gobierno. La sesión, encabezada por la presidenta de la SCJN, Norma Piña, analizará si la reforma afecta la independencia judicial y los derechos constitucionales en México.
En su discurso inaugural, Piña destacó la relevancia histórica del caso, señalando que la decisión podría tener un impacto significativo en el país. "La SCJN estudiará un asunto de altísima complejidad y extraordinaria importancia para nuestra nación. No es exagerado afirmar que cualquiera que sea la decisión a la que arribemos será retomada por los libros de historia de nuestro país", expresó Piña.
La reforma judicial fue presentada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y apoyada por su sucesora, Claudia Sheinbaum. Una de sus disposiciones más controvertidas propone que jueces y magistrados sean elegidos por voto popular a partir de junio de 2025, algo que, según críticos, amenaza la independencia de los tribunales.
Entre los manifestantes se encontraba Guadalupe Acosta Naranjo, expresidente de la Cámara de Diputados, quien declaró su apoyo a la Corte. "Si la Corte declara la reforma inconstitucional, el Poder Ejecutivo y el Legislativo deben acatarla; no hay ningún poder por encima de la SCJN para interpretar la legalidad en México", comentó Acosta Naranjo, advirtiendo de una posible "grave crisis constitucional" si el fallo no es respetado.
La jueza de Morelos, Martha Magaña, también se pronunció antes de la sesión. Magaña, quien ha recibido amenazas por oponerse a la reforma, afirmó que el país enfrenta "un intento de destruir la justicia independiente" y aseguró que los ministros protegerán la Constitución en esta "prueba crucial para defender la democracia".
La reforma fue aprobada en septiembre en el Congreso, en un proceso donde varios senadores de oposición votaron a favor, generando controversia. Para muchos trabajadores judiciales y analistas, esta modificación representa una intervención en la independencia judicial, al permitir que los jueces puedan ser elegidos en las urnas.
La deliberación continúa, mientras miles de ojos están puestos en la Suprema Corte y en una decisión que podría definir el rumbo de la justicia en México.
Con información de EFE.