La tasa de desempleo en México aumentó ligeramente en noviembre de 2024, alcanzando el 2.6% de la población económicamente activa (PEA), después de haber registrado un mínimo histórico de 2.5% en octubre. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), esta cifra representa a 1.6 millones de personas desocupadas, de las cuales 705,000 son mujeres y 921,000 son hombres.
La PEA, compuesta por personas de 15 años o más que participan en actividades económicas, llegó a 61.6 millones en el mes de referencia, lo que equivale al 60% de la población en edad laboral. De esta cifra, 60 millones de personas estuvieron ocupadas, aunque 5.3 millones, equivalentes al 8.9%, se declararon subocupadas, es decir, trabajando menos horas de las que necesitan o desean.
El sector informal continúa siendo un área crítica en el mercado laboral mexicano. En noviembre, 32.8 millones de trabajadores formaban parte de la economía informal, lo que representa el 54.6% de la población ocupada. Este dato pone en evidencia la necesidad de políticas públicas para fomentar la formalización del empleo.
En cuanto a los sectores de actividad económica, el 44.1% de la población ocupada trabaja en servicios, seguido por el comercio con un 19.8%, las manufacturas con un 16.4%, y las actividades agropecuarias, que emplean al 10.5%. La construcción ocupa al 7.8%, mientras que las actividades como minería, electricidad, agua y suministro de gas agrupan al 0.8%, y otro 0,6% de la población no especificó su actividad.
Aunque los niveles de desempleo son bajos en términos históricos, las cifras reflejan una economía que mantiene un crecimiento moderado. Entre julio y septiembre, el Producto Interno Bruto (PIB) de México creció un 1.1% trimestral y un 1.6% interanual, acumulando un aumento del 1.8% en lo que va del año.
El Inegi también destacó que no se realizó un comparativo anual de la tasa de desempleo, ya que en noviembre de 2023 no fue posible hacer una medición completa debido al impacto del huracán Otis, que azotó el sur del país como un fenómeno de categoría 5.
Estas cifras, aunque reflejan una ligera alza en el desempleo, subrayan la estabilidad relativa del mercado laboral mexicano, pero también muestran los retos persistentes en cuanto a subocupación e informalidad. Especialistas sugieren seguir impulsando políticas de inclusión laboral y fortalecimiento económico para mejorar las condiciones del empleo en el país.