Ante la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a los vehículos fabricados en México, los secretarios mexicanos de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y de Economía, Marcelo Ebrard, han intensificado sus negociaciones con sus contrapartes estadounidenses.
La presidenta Claudia Sheinbaum informó que se están llevando a cabo conversaciones entre los funcionarios mexicanos y el gobierno de Estados Unidos, en busca de una solución a esta disputa comercial.
La mandataria mexicana señaló que este miércoles, o en los próximos días, se llevará a cabo una llamada entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el canciller de México, Juan Ramón de la Fuente. Además, Marcelo Ebrard, el secretario de Economía, ha estado en contacto con Howard Lutnick, el secretario de Comercio designado por Trump.
Estas conversaciones tienen como objetivo evitar que se impongan aranceles a los vehículos fabricados en México, los cuales representan una parte significativa de la economía nacional.
La amenaza de aranceles surgió luego de una declaración de Trump en la que aseguraba que las plantas de automóviles en México están proliferando para fabricar vehículos que luego se venden en Estados Unidos. Esto, según el presidente estadounidense, justificaría la imposición de aranceles a estos productos.
En respuesta, Sheinbaum reafirmó que el gobierno mexicano está trabajando arduamente para proporcionar toda la información necesaria en las negociaciones con el equipo de Trump.
La industria automotriz mexicana, uno de los pilares de la economía nacional, representa cerca del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) de México y una quinta parte de su economía manufacturera. Sin embargo, el sector ya enfrenta desafíos, como lo demuestra la caída de un 13.74% en las exportaciones de vehículos durante el mes de enero.
La imposición de aranceles podría tener un impacto considerable en esta industria, que depende en gran medida del comercio con Estados Unidos.
Por su parte, Ebrard destacó que entre el 80% y el 90% del comercio de la industria automotriz de Estados Unidos se realiza con México y Canadá, lo que subraya la importancia de esta relación comercial para ambos países.
Según el secretario, los aranceles no solo afectarían a México, sino que también tendrían consecuencias negativas para la economía estadounidense, dado el alto grado de interdependencia entre los dos países en el sector automotriz.
En este contexto, Sheinbaum también aprovechó la oportunidad para recordar que México ha mantenido un superávit comercial con Estados Unidos en productos de acero y aluminio. La presidenta anunció que enviarán una misiva a la Casa Blanca para presentar estos datos, demostrando que, en el caso del acero y el aluminio, Estados Unidos exporta más a México de lo que recibe del país vecino.
Esta información forma parte de la estrategia de México para contrarrestar los aranceles impuestos por Trump en el pasado, que afectan a la industria del acero y aluminio.
Las negociaciones entre los gobiernos de México y Estados Unidos continúan, y se espera que las próximas semanas sean clave para resolver esta situación. La presión sobre la industria automotriz mexicana sigue aumentando, pero el gobierno mexicano confía en que la diplomacia y el intercambio de información técnica podrán evitar la imposición de aranceles y preservar la relación comercial entre ambos países.