Este lunes, el gobierno mexicano expresó su intención de llegar a un acuerdo sobre los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos a productos mexicanos, y señaló que, si es necesario, se programará una nueva llamada entre los presidentes de ambos países para continuar las conversaciones al respecto.
La fecha límite para llegar a un acuerdo se establece para este viernes, ya que el 1 de marzo se cierra la pausa de un mes a estos aranceles, que fue acordada previamente.
El gobierno mexicano había desplegado 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera con Estados Unidos, como parte de las medidas para reducir el tráfico de drogas y la migración irregular.
Esto formó parte del acuerdo para la suspensión temporal de los aranceles, los cuales entraron en vigor debido a las preocupaciones del gobierno de Trump sobre el paso de fentanilo desde México hacia su país.
A pesar de las medidas adoptadas por México, el presidente estadounidense Donald Trump expresó su insatisfacción el fin de semana, afirmando que los esfuerzos del gobierno mexicano no eran suficientes.
Trump indicó que el 10% de los aranceles impuestos a los productos de China, que también afectan a México, eran una respuesta al tráfico de fentanilo, un opioide altamente letal que, según él, llega a los Estados Unidos a través de México.
En respuesta, el gobierno mexicano pidió una revisión más profunda de cómo y por dónde entran los precursores del fentanilo, cuestionando por qué se señala únicamente a México y Canadá cuando se desconoce el origen exacto de estos compuestos.
México ha manifestado su compromiso para colaborar en la lucha contra el tráfico de drogas, pero también ha insistido en que se debe abordar el tema de manera conjunta entre los tres países implicados: México, Estados Unidos y Canadá.
El tema del fentanilo ha sido un punto de tensión, especialmente ante el aumento de la crisis humanitaria en Estados Unidos, donde el consumo de esta droga ha alcanzado niveles alarmantes. Las autoridades mexicanas han reiterado que su objetivo es evitar que las drogas lleguen a cualquier país, pero también han subrayado la necesidad de trabajar de forma coordinada para abordar el problema desde sus raíces.
Además, el gobierno mexicano ha defendido su estrategia de seguridad basada en cuatro ejes: atención a las causas de la violencia, consolidación de la Guardia Nacional, uso de inteligencia para combatir el crimen y colaboración entre autoridades federales y estatales. Este enfoque se presenta como la base para una solución integral al problema de seguridad y narcotráfico.
Finalmente, la relación entre ambos países se encuentra en un punto crítico, y las autoridades mexicanas insisten en que el diálogo será clave para encontrar soluciones que respeten la soberanía nacional, al tiempo que se busca hacer frente a los desafíos comunes relacionados con el tráfico de drogas y la migración.