La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este viernes que el país mantendrá su comercio con China, a pesar del riesgo de aranceles del 25 % al acero y aluminio impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Sheinbaum destacó que la prioridad de México es la relación comercial con sus socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ya que ofrece "enormes ventajas". Sin embargo, dejó claro que eso no significa un cierre comercial con China.
La mandataria subrayó que el Plan México, una estrategia a largo plazo, busca reducir la dependencia de las importaciones chinas al fomentar la producción nacional. "Muchas cosas que importamos pueden fabricarse en México. Estamos trabajando con empresarios para fortalecer la cadena de valor dentro del país", explicó.
Aunque enfatizó la importancia de los tratados comerciales con otras naciones, Sheinbaum descartó la posibilidad de firmar un acuerdo con China. No obstante, reafirmó que el intercambio comercial con el gigante asiático continuará sin cambios.
En las últimas dos décadas, la inversión extranjera en México ha sido dominada por Estados Unidos, con más de 6,000 millones de dólares anuales y un récord superior a 22,000 millones de dólares en su mejor año.
Por otro lado, China ha ido aumentando su presencia en el país, pasando de inversiones marginales a superar los 570 millones de dólares en algunos años. Este crecimiento ha generado tensiones entre Washington y Pekín, colocando a México en una posición estratégica dentro del conflicto comercial.
La postura de Sheinbaum refuerza la independencia económica del país, al tiempo que equilibra las relaciones con ambas potencias. Su administración seguirá priorizando la estabilidad del comercio exterior sin ceder ante las presiones internacionales.