En los primeros 100 días del segundo mandato del presidente Donald Trump, el Gobierno de México ha recibido a 5 mil 446 personas extranjeras deportadas desde Estados Unidos, informó este martes la mandataria Claudia Sheinbaum.
La cifra forma parte del total de 38 mil 757 personas retornadas durante ese periodo, de las cuales 33 mil 311 son mexicanas.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum aclaró que esta acción no se debe a un acuerdo formal entre ambos países, sino que responde a una política de carácter humanitario. "Nosotros no podemos decir: ?No te recibimos?. Se les atiende y se les pregunta si de manera voluntaria quieren regresar a su país", explicó.
La presidenta aseguró que la recepción de migrantes no tiene relación con las discusiones actuales sobre aranceles entre México y Estados Unidos. También rechazó que México haya aceptado convertirse en un "tercer país seguro", una figura que implicaría compromisos bilaterales. "Nunca firmamos nada. Sencillamente, los recibimos por razones humanitarias", afirmó.
Ante el aumento de deportaciones, el Gobierno mexicano ha buscado atender a los migrantes ofreciendo opciones laborales en proyectos estratégicos del sur del país, como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico, con el fin de mitigar la migración y atender sus causas de origen.
De acuerdo con el diario The Washington Post, la administración Trump tendría como meta deportar a por lo menos 1 millón de personas durante este año. De cumplirse, esta cifra sería más del doble del récord de 400 mil deportaciones que se registró en 2011 durante el gobierno de Barack Obama.
Desde que asumió la presidencia en enero, Trump ha intensificado sus políticas migratorias, cumpliendo una de sus principales promesas de campaña: la deportación masiva de migrantes. El tema se ha convertido en uno de los ejes centrales de su mandato y en una fuente de tensiones diplomáticas con países de América Latina.
El Gobierno mexicano ha reiterado su compromiso de respetar los derechos humanos de todas las personas migrantes, sin importar su nacionalidad, y de continuar brindando atención humanitaria mientras se define su situación migratoria.
