México podría enfrentar una desaceleración económica en 2025, según un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que prevé una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 1.3 % en 2025.
Esta previsión se basa en la suposición de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, implemente aranceles generalizados del 25 % a todos los productos mexicanos, a partir del 2 de abril de 2025.
El informe titulado Cómo navegar en la incertidumbre, publicado el lunes, también prevé una contracción económica para 2026, con una disminución del 0.6 % en el PIB de México si los aranceles se mantienen.
La OCDE menciona que la imposición de estos nuevos aranceles, junto con la incertidumbre política y comercial, afectan negativamente las expectativas de crecimiento de México.
Por su parte, el Gobierno mexicano ha pedido cautela respecto a estas predicciones. Se señaló que, aunque los pronósticos de organismos internacionales son relevantes, aún es necesario esperar para confirmar los efectos de los aranceles, cuyo inicio está programado para el 2 de abril de 2025.
Hasta ese momento, el país ha logrado obtener dos pausas mensuales en la implementación de los aranceles, lo que genera una situación de incertidumbre.
En 2024, la economía mexicana creció un 1.5 %, pero la posibilidad de nuevos aranceles y la tensión comercial con Estados Unidos afectan las perspectivas para el próximo año. Aunque algunos organismos internacionales prevén una desaceleración, las autoridades mexicanas insisten en que es prematuro hacer afirmaciones definitivas.
El impacto de los aranceles en la economía mexicana podría ser significativo, especialmente en sectores como la manufactura y la exportación, que dependen en gran medida del mercado estadounidense. Sin embargo, el gobierno mexicano sigue buscando formas de diversificar sus relaciones comerciales y reducir su dependencia de los Estados Unidos.
El pronóstico de recesión de la OCDE refleja un panorama de incertidumbre global, con tensiones comerciales y políticas que afectan a varias economías. México, al igual que otros países, deberá adaptarse a estos cambios, manteniendo un enfoque flexible y estratégico en su política económica.
Mientras tanto, las autoridades mexicanas siguen evaluando las mejores opciones para mitigar el impacto de los posibles aranceles y continuar con su desarrollo económico, asegurando que el país esté preparado para enfrentar estos desafíos.