México y Estados Unidos: Comercio estable pese a amenazas
El 29 de enero de 2025, tanto el sector empresarial estadounidense en México como el Gobierno mexicano coincidieron en que las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a productos mexicanos, son poco probables.
Durante la 85ª asamblea general de la American Society (Amsoc) México, Larry Rubin, presidente de esta organización, y Marcelo Ebrard, secretario de Economía, destacaron la solidez de la relación comercial bilateral y las oportunidades que el bloque de América del Norte sigue ofreciendo.
Rubin, quien agrupa a empresarios estadounidenses con negocios en México, afirmó con confianza que el primero de febrero será "un sábado cualquiera" y que la relación comercial continuará como hasta ahora, sin la imposición de aranceles.
A pesar de que Trump ha utilizado los aranceles como herramienta de presión en otros contextos, como en su relación con Colombia, Rubin explicó que aplicar aranceles a México tendría efectos negativos en la economía de Estados Unidos, pues provocaría un aumento en los precios.
Por su parte, Ebrard también se mostró optimista. Si bien no detalló la estrategia para contrarrestar posibles tarifas, el secretario de Economía destacó que México está preparado para cualquier escenario. A su vez, recordó que en la primera administración de Trump (2017-2021), las negociaciones para la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) fueron complicadas, pero finalmente el acuerdo se concretó.
En cuanto al impacto del T-MEC, Ebrard subrayó que este acuerdo ha sido un "éxito rotundo", mencionando que el comercio y la inversión entre ambos países han crecido un 37% desde su implementación. Además, destacó que México ya ha comenzado a preparar consultas con sectores clave para asegurar una revisión exitosa del tratado en 2026, sin contratiempos.
El comercio entre México y Estados Unidos sigue siendo un pilar fundamental en la relación bilateral, con Rubin señalando que ambos países están en camino de superar el trillón de dólares anuales en intercambio comercial. Ebrard resaltó también la importancia de sectores clave, como la industria automotriz, los semiconductores y la farmacéutica, que convierten a México en un socio indispensable para la economía estadounidense.
Una de las tendencias que se proyecta como una oportunidad para México es el 'nearshoring', que implica la relocalización de industrias desde Asia a América del Norte. Ebrard señaló que este fenómeno beneficiará a México en los próximos años, consolidando su rol dentro de las cadenas de suministro globales.
A pesar de que el comercio sigue siendo esencial, Rubin y Ebrard coincidieron en que la migración y la seguridad son ahora las principales prioridades para la nueva administración estadounidense. En este sentido, ambos gobiernos se han alineado en cuestiones como el combate al narcotráfico y la gestión de la migración irregular, que son temas clave para la agenda bilateral de los próximos años.