El secretario de Economía Marcelo Ebrard, ha iniciado negociaciones técnicas con Estados Unidos para revisar y renegociar los aranceles impuestos al acero y al aluminio, así como las condiciones comerciales aplicadas a la industria automotriz
Desde las instalaciones de Grupo Bimbo, el secretario dio a conocer que estas reuniones tienen como objetivo principal reducir las tarifas actuales del 25% a niveles más manejables, posiblemente alrededor del 16%
La prioridad del gobierno mexicano es minimizar el impacto de estos aranceles, que han generado preocupación en varios sectores económicos. Ebrard destacó que México cuenta con una ventaja estratégica debido a su industria automotriz, altamente integrada a la economía estadounidense.
Esta integración podría permitir aplicar esquemas de descuento por modelo y marca, beneficiando a ambas naciones bajo el marco del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (TMEC)
En su más reciente paso por la capital estadounidense, Marcelo Ebrard mantuvo un encuentro con el secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick. De acuerdo con lo que relató, el diálogo se llevó a cabo en un ambiente de respeto y apertura.
Ebrard también subrayó que, a diferencia de lo que sucede con otras naciones, las pláticas entre ambas delegaciones se dieron sin presiones ni contratiempos, lo que refleja una atmósfera propicia para avanzar en las negociaciones comerciales actuales.
En 2023, México exportó 3.8 millones de toneladas de acero a Estados Unidos, y en 2024, las exportaciones de aluminio superaron los dos mil millones de dólares
Estas medidas arancelarias no solo complican el funcionamiento de industrias clave como la automotriz y la manufactura, sino que también impactan en sectores como electrodomésticos y productos electrónicos, que son cruciales en al menos once entidades mexicanas.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha analizado que los aranceles podrían afectar al 4.7% del total de las exportaciones mexicanas, lo que equivale a más del 1.5% del PIB de 2024. Esto podría complicar la eficiencia de estas industrias y aumentar los costos de producción, lo que a su vez podría elevar los precios al consumidor y afectar la competitividad de México en el mercado global.