Tras varios días de estar desaparecida, Mónica Citlalli Díaz Reséndiz, fue encontrada ayer sin vida en en el kilómetro 40 de la carretera México-Cuernavaca, muy cerca del poblado de Parres, en la alcaldía Tlalpan, en los límites de la Ciudad de México y Morelos.
La joven de 30 años deja huérfana a una niña de 11 años.
La docente siempre acudía antes de tiempo a la escuela donde impartía clases de inglés. El 3 de noviembre salió de su casa en el municipio de San Salvador Atenco, Estado de México, y tomó el autobús de todos los días hasta el centro donde trabajaba a una hora de su casa, en Ecatepec, uno de los municipios con las tasas más altas de violencia contra las mujeres de todo el país.
Lo que pasó después de que se bajó en la parada, a 20 metros de la academia de inglés, se desconoce. Mónica nunca apareció en su clase. El cuerpo fue abandonado en la carretera México-Cuernavaca, en la alcaldía de Tlalpan (al sur de la capital).
La joven estaba envuelta en unas cobijas dentro de una bolsa de plástico y presentaba signos de violencia. Las fiscalías de Ciudad de México y el Estado de México también confirmaron la identidad de la mujer a través de un comunicado en el que señalan que la muerte se investiga como feminicidio.
La madre de la víctima, Fausta Reséndiz, comenzó a sospechar cuando su hija no acudió al trabajo, en el que era muy querida. Muchos de sus antiguos alumnos la recuerdan como una profesora "encantadora y muy buena maestra", dice una de ellas. Esa misma tarde, recibió desde el móvil de su hija un mensaje desconcertante: "Oye, una amiga me deja vivir en su casa de Hidalgo unos meses. Yo creo que me iré para allá unos meses. Cómo vez". Ellos empezaron a sospechar porque su hija nunca escribía así y después de aquel mensaje dejó de contestar a las llamadas. Poco después, a las 17:49 les llegaba otro mensaje: "Voy a ver la ubicación con ella para que estén tranquilos". Este fue el último mensaje antes de que perdieran la comunicación con el número de la mujer. En ese momento decidieron acudir a la Fiscalía del Estado de México para poner una denuncia por de desaparición forzada.
Las autoridades llegaron al lugar y encontraron entre bolsas de basura el cuerpo de una mujer con la misma vestimenta que la que tenía la maestra cuando salió de casa aquel día. Además, coincidían el tatuaje de una flor en la mano y dos cicatrices que tenía en el cuerpo, una en el antebrazo y otra en la pierna. Los padres identificaron el cuerpo como el de su hija y las autoridades siguen investigando la causa de la muerte y cómo pudo acabar el cuerpo de la joven en ese lugar.
Los familiares de Mónica Citlalli acudieron a la Fiscalía de Feminicidios de Ciudad de México para reconocer el cuerpo de la joven, exigen justicia.