El fiscal Gertz Manero informó que los 29 capos enviados a Estados Unidos no fueron extraditados sino entregados tras una solicitud por razones de seguridad nacional y pidió no especular sobre las penas a las que podrían ser condenados ya que las sentencias serán impuestas únicamente por los jueces y no las decidirá el gobierno mexicano, esto después de que el Departamento de Justicia de EE.UU. advirtiera que seis de los reos podrían recibir pena de muerte.
También dijo que "el problema de narcotráfico ha sido un verdadera tragedia para México".
El Gabinete de Seguridad del Gobierno de México dio detalles en conferencia de prensa sobre el "traslado a Estados Unidos" de 29 generadores de violencia, entre ellos el narcotraficante Rafael Caro Quintero y dos líderes de "Los Zetas".
Los 29 reos eran requeridos en Estados Unidos por delitos de alto impacto como delincuencia organizada, trasiego de drogas, homicidio, tráfico de armas y secuestro, entre otros, dijo Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana.
También aseguró que el traslado se realizó ante información sobre que existía riesgo de que algunos de los reclusos fueran liberados o retrasados sus procesos de extradición. Se trató de un acto de autoridad sin precedentes, resultado de la política de seguridad del Gobierno de México.
Estas personas están vinculadas con delitos de alto impacto y representan una amenaza a la seguridad de nuestro país y de Estados Unidos. El Gabinete de Seguridad, en estrecha coordinación con la FGR, procedió a realizar el traslado de estos objetivos", agregó Harfuch.