La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, presentó su renuncia al cargo, aunque expresó su inconformidad con la salida anticipada a la que se vio obligada por la reciente reforma judicial.
Piña, quien fue la primera mujer en presidir la Corte, entregó su carta de renuncia a las 11:07 horas ante la Cámara de Senadores y declinó su candidatura para participar en la elección judicial programada para 2025.
En su carta, Piña señaló: "Declino mi candidatura para participar en la elección extraordinaria de las personas juzgadoras que ocuparán, entre otros, los cargos de ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación". Además, remarcó que su renuncia sería efectiva a partir del 31 de agosto de 2025 y que no estaba de acuerdo con la separación del cargo, el cual había sido designado originalmente hasta el 10 de diciembre de 2030.
La ministra subrayó que su renuncia es un acto de congruencia y respeto al texto constitucional. "Esta renuncia no implica mi conformidad con la separación del cargo", enfatizó, recordando que había llegado a ocupar un lugar en el Pleno de la Corte tras más de 20 años de carrera judicial.
Norma Lucía Piña Hernández nació el 29 de julio de 1960 en la Ciudad de México. Es licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y cuenta con diversas especialidades en Derecho Constitucional, Administrativo, Penal y Argumentación Jurídica en instituciones de México y España. Además, tiene un máster en Argumentación Jurídica por la Universidad de Alicante y está en proceso de obtener un doctorado en la UNAM.
A lo largo de su trayectoria, Piña ha ocupado varios cargos en el Poder Judicial, incluyendo su nombramiento como ministra de la SCJN en diciembre de 2015. Durante su tiempo en la Corte, fue presidenta de la Primera Sala de la Corte entre 2016 y 2018 y lideró el Comité Interinstitucional para la Igualdad de Género del Poder Judicial de la Federación.
En su primer mensaje como presidenta de la Corte, Piña expresó su compromiso de representar al Poder Judicial de la Federación, destacando que su elección no era un triunfo personal, sino un reconocimiento del apoyo de sus colegas. "Estoy convencida de que sabremos aprovechar la oportunidad", afirmó, mencionando que su elección representa un avance para las mujeres en un ámbito donde tradicionalmente solo han sido hombres los presidentes de la Corte.
La renuncia de Piña marca un cambio significativo en la Suprema Corte y en el Poder Judicial en general. Su salida anticipada es vista como una consecuencia de la reforma judicial que ha generado controversia en el país y plantea importantes interrogantes sobre el futuro de la justicia en México.