Los fabricantes de automóviles en Norteamérica se preparan ante la posible imposición de un arancel del 25 % a las importaciones desde México y Canadá, una medida que podría afectar significativamente a la industria.
De acuerdo con la agencia calificadora Fitch Ratings, este impuesto comercial aumentaría los costos operativos de las principales compañías automotrices, impactando su estabilidad financiera y su cadena de suministro.
Fitch advirtió que, si estos aranceles se concretan, empresas como General Motors, Honda, Nissan y Stellantis serían las más afectadas debido a su fuerte dependencia de la producción en México y Canadá. Para mitigar los efectos, los fabricantes ya evalúan estrategias como la diversificación de proveedores, ajustes en precios y la optimización de costos operativos.
A pesar de las advertencias, Fitch señala que las empresas automotrices no realizarán cambios drásticos en su producción hasta que la política arancelaria se haga oficial. La decisión de EE.UU. ha sido postergada por un mes, lo que mantiene en incertidumbre a la industria y a los mercados internacionales.
En México, el sector automotriz ya muestra señales de impacto. Según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), la exportación de autos ensamblados en el país cayó un 13.74 % en enero, a pesar de que la producción aumentó un 1.68 %. Este descenso ocurre en un contexto de tensión comercial tras el regreso de Donald Trump a la presidencia de EE.UU., quien ha advertido sobre la imposición de aranceles a productos mexicanos.
Fitch también resaltó que, antes de este posible arancel, la industria automotriz ya enfrentaba desafíos como la desaceleración de la demanda y la transición hacia vehículos eléctricos en Norteamérica. Estos factores han generado perspectivas negativas para el sector, limitando la inversión y la competitividad en la región.
La incertidumbre en torno a estas medidas comerciales podría traer volatilidad al mercado, afectando no solo a las empresas fabricantes, sino también a proveedores y trabajadores de la industria. El impacto final dependerá de la duración y el alcance de los aranceles, así como de la respuesta de los gobiernos de México y Canadá ante esta posible barrera comercial.