El Consejo de Salubridad General (CSG) ha puesto en marcha un plan innovador para mejorar el modelo de certificación de los centros de atención médica en México
Este programa, que es gestionado por la Comisión para la Certificación de Establecimientos de Atención Médica, tiene como objetivo principal garantizar que los servicios ofrecidos cumplan con altos estándares de calidad y seguridad. Durante la primera sesión extraordinaria de la Comisión, la secretaria del CSG, Patricia Clark, subrayó la relevancia de este modelo al presentar la clasificación de los establecimientos según su perfil de servicios.
El nuevo plan incluye la elaboración de nueve manuales específicos que establecerán criterios claros para la certificación, abarcando diversas categorías como hemodiálisis, atención primaria, hospitales y unidades móviles. Las clínicas de hemodiálisis y los centros de primer nivel, como los centros de salud, serán priorizados en las evaluaciones debido a su papel esencial en el sistema sanitario.
Estos manuales se espera que estén disponibles para septiembre de 2025 y se acompañarán de programas de capacitación para el personal involucrado
En paralelo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha anunciado avances significativos en su atención médica. Rocío Ofelia Uc Coyoc, representante del IMSS, presentó un convenio que busca mejorar el diagnóstico temprano de cáncer de mama y leucemia aguda infantil. Este acuerdo permitirá que el IMSS-Bienestar envíe muestras al Centro de Investigación Biomédica de Oriente (Cibior) en Puebla para realizar estudios de biomarcadores. Este convenio tendrá un alcance nacional y tiene como propósito optimizar el diagnóstico y seguimiento de estas enfermedades críticas.
La certificación por parte del CSG es un proceso mediante el cual se evalúan las instituciones de salud para asegurar que cumplan con estándares rigurosos en la atención médica. Menos del 2% de los 4,354 servicios médicos en México cuentan con esta certificación, lo que resalta la importancia del nuevo plan. El CSG establece criterios basados en buenas prácticas médicas y normativas internacionales. Las instituciones que buscan la certificación deben demostrar su cumplimiento en áreas como seguridad del paciente y gestión clínica.
El proceso incluye auditorías realizadas por expertos externos que verifican si se cumplen los requisitos establecidos