La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó una alerta este martes sobre la creciente amenaza de las drogas sintéticas, que se están proliferando rápidamente a nivel mundial.
Según la ONU, este fenómeno representa un desafío tan grande que ningún país podrá enfrentarlo por sí solo. Jallal Toufiq, presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), insistió en la necesidad de una respuesta coordinada entre naciones para hacer frente a la crisis.
El informe presentado por la JIFE destaca un aumento alarmante en la producción y el tráfico de sustancias como el fentanilo, un opioide sintético mucho más potente que la morfina.
En 2023, la producción mundial de fentanilo se duplicó, alcanzando 2.6 toneladas, frente a las 1.1 toneladas del año anterior. Esta droga continúa causando estragos, especialmente en Estados Unidos, donde en el mismo año se registraron 107 mil 543 muertes por sobredosis relacionadas con el fentanilo.
Otro dato alarmante es el incautamiento de metanfetamina en Asia oriental y suroriental, que alcanzó un récord de 190 toneladas en 2023, representando el 89% de todas las incautaciones en la región. Además, el 'captagon', un estimulante sintético producido en Siria, está siendo cada vez más distribuido en países del Golfo Pérsico, como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, lo que aumenta las preocupaciones sobre su expansión.
La facilidad con la que estas sustancias se producen, ocultan y trafican ha dificultado enormemente la respuesta global al problema. "Estamos persiguiendo algo que tal vez nunca logremos atrapar", comentó Toufiq, destacando que las drogas sintéticas son fáciles de modificar para evadir los controles legales, lo que complica aún más los esfuerzos para frenar su distribución.
El informe también señala que el consumo de estas drogas podría superar al de las sustancias de origen vegetal en el futuro cercano, lo que conllevaría consecuencias fatales para la salud pública. Las autoridades, según Toufiq, se enfrentan a un desfase entre el ritmo de la producción de nuevas sustancias y la capacidad de los gobiernos para implementar leyes y medidas de control adecuadas.
El presidente de la JIFE subrayó que la cooperación internacional es crucial para abordar este problema. "El multilateralismo debe seguir siendo la respuesta clave", afirmó, destacando que la lucha contra las drogas sintéticas requiere un enfoque global y coordinado. Además, señaló que la falta de conocimiento sobre los efectos de estas sustancias complica la respuesta sanitaria en muchos países, donde los sistemas de salud no están preparados para enfrentarlas.
A pesar de la magnitud del problema, Toufiq también hizo una reflexión sobre las políticas adoptadas por algunos países, como los aranceles impuestos por Estados Unidos a China, Canadá y México. Aunque no se pronunció directamente sobre la relación entre estos aranceles y el tráfico de fentanilo, destacó que los traficantes siempre encuentran maneras de evadir las restricciones, lo que sugiere que los esfuerzos unilaterales pueden no ser tan efectivos como una estrategia de cooperación internacional.
La ONU hace un llamado urgente a la comunidad global para que se construya una estrategia integral que aborde tanto la oferta como la demanda de drogas sintéticas. En un momento en que la cooperación multilateral se ve amenazada por políticas unilaterales, como las del gobierno de Donald Trump, la ONU insiste en que solo a través de la colaboración internacional se podrá combatir eficazmente el crecimiento de esta amenaza.