Petróleos Mexicanos (Pemex) se encuentra en un proceso de transformación fiscal que promete impactar su operación y finanzas en 2025
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció recientemente la propuesta de un nuevo régimen fiscal, denominado Derecho Petrolero para el Bienestar, que busca simplificar la carga tributaria de la empresa estatal. Este cambio implica la unificación de tres gravámenes existentes en uno solo, facilitando así el cumplimiento fiscal y permitiendo a Pemex retener una mayor parte de sus ingresos para reinversión en sus actividades esenciales.
El nuevo esquema fiscal establece que Pemex pagará una tasa general del 30% sobre sus utilidades por la comercialización de petróleo y del 11.63% para el gas no asociado. Esta simplificación se presenta como una respuesta a las complejidades del sistema anterior, donde la compañía debía abonar derechos por exploración, extracción y utilidad compartida, lo que generaba una carga fiscal difícil de manejar.
Según el subsecretario de Hacienda, Édgar Amador, esta medida no solo facilitará el proceso tributario, sino que también permitirá a Pemex capturar eficiencias productivas y operativas
El gobierno federal ha propuesto que Pemex reciba 464 mil 255 millones de pesos en 2025, lo que representa una disminución del 3.57% en comparación con los 481 mil 464 millones de pesos asignados para 2024. De este presupuesto, se destinarán 83 mil 827 millones de pesos para pensiones y jubilaciones, un aumento del 13.09% respecto al año anterior. Por otro lado, el gasto destinado a inversión se proyecta en 211 mil 491 millones de pesos, lo que implica una reducción del 15.8% frente a los recursos aprobados en el año actual.
En contraste, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) experimentará un aumento significativo en su asignación presupuestaria, recibiendo 545 mil 471 millones de pesos, un incremento del 10.55% respecto a los 493 mil 380 millones de pesos asignados en 2024. De esta cantidad, se prevé que 64 mil 337 millones de pesos se destinen también a pensiones y jubilaciones, lo que representa un crecimiento del 14.96% en comparación con el presupuesto anterior.
El nuevo régimen fiscal para Pemex no solo busca mejorar la situación financiera de la empresa, sino también garantizar la transparencia en los ingresos que se generan a partir de la explotación de hidrocarburos.
La presidenta Sheinbaum subrayó que este modelo permitirá una mayor previsibilidad en los pagos que realiza Pemex al Estado, vinculando su base gravable únicamente al precio y producción de hidrocarburos
Pemex enfrenta desafíos significativos relacionados con su deuda financiera, que asciende a aproximadamente 97 mil 300 millones de dólares. La empresa deberá hacer frente a amortizaciones asociadas a bonos por cerca de 9 mil millones de dólares en 2025. Para abordar esta situación, se ha anunciado un plan de austeridad que incluye recortes en gastos redundantes por hasta 50 mil millones de pesos, así como una reestructuración interna para consolidar sus más de 40 filiales en una sola entidad.
En términos operativos, Pemex tiene como objetivo aumentar sus reservas probadas (3P) desde los actuales 18.9 miles de millones de barriles a 20.3 miles de millones para el año 2030 mediante nuevas técnicas de exploración y desarrollo en campos prioritarios como Zama y Trión.
Se espera incrementar la producción diaria de crudo y condensados a 1.8 millones de barriles, mientras que la producción diaria de gas natural se aspira a llevarla a 5 mil millones de pies cúbicos, desde los actuales 3 mil 854 millones