Antonio Luigi Mazzitelli, ex jefe de la oficina de las Naciones Unidas contra las drogas y el delito para México y Centro América, ya había advertido sobre el riesgo de no contar con policías preparadas que inhibieran el delito, porque el mayor riesgo era la pérdida del territorio.
La realidad superó los diagnósticos. estudios realizados por organizaciones de la sociedad civil demuestran la persistencia de una crisis de personas desaparecidas, desplazamientos forzados, el surgimiento de autodefensas y el creciente control territorial por parte de grupos del crimen organizado..
En México son las madres, las que encuentran a sus hijos e hijas desaparecidas ante la ausencia de autoridad.
El sexenio inició con más de 175 personas desaparecidas; al 20 de mayo son 113 mil, porque el gobierno dijo que cambió la forma de llevar el registro nacional de personas desaparecidas y no localizadas.
Los estados de Jalisco, Tamaulipas y México, concentran la mayor cantidad de casos, sin embargo, para la sociedad civil la cifra puede ser mayor y ya no confían en las autoridades.
Cecilia Flores Armenta, lideresa del colectivo de madres buscadoras de Sonora dijo que el gobierno siempre va a tratar de manipular toda la información a su beneficio, porque las cifras, son cifras altísimas y que lamentablemente todos los días están subiendo, no ha aminorado para nada el tema de los desaparecidos.
Héctor Cerezo, coordinador del Comité Cerezo dijo que al gobierno de López Obrador le convenía cuando era oposición, porque entre más cifras, más números, más personas víctimas, era una forma de también para decir que no funcionaba la política de Calderón y Peña Nieto, como siguió la misma metodología, que es una metodología muy mala, pues todos los casos que se acumulan, pues ahora el costo político va a parar a obrador, que ahora ya son gobierno.
Una crisis de personas desaparecidas que aumentó en los últimos años.