El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó hoy a esta ciudad-Estado para su histórica cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, con miras a que Corea del Norte desmantele su arsenal nuclear a cambio de ayuda económica y garantías de seguridad.
El Air Force One del mandatario estadunidense aterrizó en la Base Aérea de Paya Lebar, a las 20:21 horas locales (12:21 GMT), procedente de Canadá, donde Trump asistió a una reunión del Grupo de las Siete (G-7) naciones más ricas del mundo.
El presidente estadunidense fue recibido en la base aérea por el ministro de Asuntos Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan, según un reporte del sitio Chanel News Asia.
En una publicación en su cuenta oficial en Twitter durante su vuelo a Singapur, Trump reiteró su optimismo por el éxito de la cumbre con el líder norcoreano, prevista para el martes próximo en la isla de Sentosa, en la costa sur de Singapur.
"Estoy en camino a Singapur, donde tenemos la oportunidad de lograr un resultado verdaderamente maravilloso para Corea del Norte y el mundo. Ciertamente será un día emocionante y sé que Kim Jong-un trabajará arduamente para hacer algo que rara vez se ha hecho antes. Crear paz y gran prosperidad para su tierra", escribió.
"Espero conocerlo y tener la sensación de que esta oportunidad única no se desperdiciará", agregó el mandatario estadunidense en su mensaje.
Trump confía en lograr un acuerdo con Corea del Norte para que renuncie por completo al desarrollo de sus programas de misiles nucleares y balísticos, a cambio de ayuda económica y garantías de seguridad.
En declaraciones a la prensa en Canadá, el presidente de Estados Unidos dijo que "tenía confianza" sobre las conversaciones del martes con Kim. "Siento que Kim Jong-un quiere hacer algo grandioso para su gente y él tiene esa oportunidad ... Es una oportunidad única".
"Estoy en una misión de paz y vamos a llevar los corazones de millones de personas de todos. Tenemos que lograr la desnuclearización, tenemos que hacer algo", subrayó.
La reunión entre Kim y Trump marcará un cambio en las relaciones entre los dos líderes después de un largo intercambio de amenazas e insultos, y la posibilidad de su suspensión semanas ante del evento.