Un avión de la aerolínea estatal venezolana Conviasa, procedente de Ciudad de México, aterrizó este jueves en el aeropuerto internacional de Maiquetía Simón Bolívar, que sirve a Caracas, con 316 migrantes venezolanos a bordo, como parte de un programa de repatriación.
De acuerdo con el canal Venezolana de Televisión (VTV), entre los pasajeros se encontraban 142 menores de edad y 174 adultos.
Con este nuevo grupo, la cifra total de venezolanos retornados a su país se eleva a 3,047, según cifras oficiales. Los migrantes fueron recibidos por el ministro de Servicios Penitenciarios, Julio García, así como por miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). Sin embargo, ninguno de ellos ofreció declaraciones a los medios.
VTV informó que los repatriados serán atendidos por un equipo multidisciplinario compuesto por distintas instituciones del Estado, la Cruz Roja de Venezuela y el Sistema de Atención del Niño, Niña y Adolescente, con el fin de brindarles apoyo médico, psicológico y social tras su regreso.
Este operativo se suma a otro ocurrido el miércoles, cuando 174 migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos regresaron a Venezuela en otro vuelo de Conviasa, procedente de Honduras. También en ese caso, los retornados fueron recibidos por García y personal de seguridad.
En paralelo a estos hechos, la Fiscalía venezolana informó que inició una investigación sobre la presunta desaparición forzada de un ciudadano venezolano detenido en Estados Unidos. Según el fiscal general, Tarek William Saab, se trata de Ricardo Prada, quien trabajaba como repartidor en Detroit y fue detenido a finales de enero de 2025 en Michigan para ser deportado.
De acuerdo con el comunicado oficial difundido en Instagram, Prada habría informado a un amigo a finales de marzo que estaba recluido en un centro de máxima seguridad en Texas, pero desde entonces se desconoce su paradero, lo que ha encendido las alarmas sobre su situación legal y personal.
Este caso se produce en un contexto de creciente tensión entre Venezuela y El Salvador, luego de que el Gobierno de Estados Unidos deportara a más de 200 migrantes venezolanos a ese país centroamericano, acusándolos de pertenecer al grupo criminal Tren de Aragua, que tuvo su origen en una prisión venezolana.
Las repatriaciones y los casos de desaparición de migrantes reflejan la compleja situación de los venezolanos que intentan regresar a su país en medio de presiones internacionales y denuncias por violaciones a sus derechos humanos.