El rey Felipe VI y la reina Letizia regresaron este martes a la zona de Chiva, en Valencia, una de las localidades más afectadas por las devastadoras inundaciones del mes pasado.
Esta visita se produce después de una situación tensa cuando, en su primer intento de recorrer las áreas afectadas el 3 de noviembre, fueron recibidos con hostilidad por parte de los residentes enfurecidos, quienes les lanzaron barro y otros objetos, en protesta por la gestión de la crisis.
Acompañados por el presidente del gobierno español, así como el presidente de la región de Valencia, los monarcas se dirigieron al pueblo de Chiva, ubicado a unos 30 kilómetros de la ciudad de Valencia. Esta vez, el recibimiento fue más pacífico, ya que no se registraron nuevos incidentes, aunque el malestar de la comunidad sigue siendo palpable.
Las inundaciones, ocurridas en la noche del 29 de octubre, arrasaron con Chiva, un pueblo situado en una colina. Las fuertes lluvias provocaron el desbordamiento de una garganta que normalmente se encontraba seca, y el agua se desbordó con tal fuerza que destruyó dos de los cuatro puentes que cruzaban la zona. Numerosas casas fueron arrastradas y miles de vehículos fueron dañados o destruidos.
El 3 de noviembre, el primer intento de los monarcas de visitar las áreas afectadas fue truncado cuando residentes en la localidad de Paiporta, también afectada por las inundaciones, les arrojaron barro y otros objetos a su llegada. Aunque los reyes y los funcionarios regionales intentaron conversar con los indignados vecinos, la situación empeoró rápidamente y tuvieron que abandonar la visita.
El gobierno español ha enfrentado duras críticas por la gestión de la emergencia. Los residentes en las zonas afectadas, como Chiva, consideran que la respuesta fue tardía y desorganizada, lo que generó un fuerte descontento. La crisis ha dejado al menos 227 muertos confirmados y miles de hogares destruidos, lo que ha complicado enormemente las tareas de limpieza y recuperación.
Tres semanas después de las catastróficas inundaciones, los esfuerzos de limpieza continúan. Equipos de rescate y voluntarios trabajan incansablemente para retirar escombros, reparar infraestructuras dañadas y ayudar a los afectados a reconstruir sus hogares. No obstante, la frustración de los ciudadanos por la gestión de la crisis sigue siendo un tema recurrente en las conversaciones de los habitantes de las zonas más afectadas.
La visita del rey Felipe VI y la reina Letizia a Chiva refleja un intento por parte de la monarquía de acercarse a los afectados y mostrar solidaridad, aunque la tensión sigue presente. La situación plantea un desafío significativo para las autoridades españolas, que deberán gestionar no solo los esfuerzos de reconstrucción, sino también las preocupaciones y demandas de los ciudadanos que se sienten olvidados.