El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ha informado que la economía mexicana muestra señales de desaceleración
El indicador adelantado, que anticipa el comportamiento económico a corto plazo, registró 99.8 puntos, situándose por debajo de su tendencia a largo plazo y alcanzando su nivel más bajo desde febrero de 2023. Esta cifra representa una disminución de 0.13 puntos respecto a octubre, marcando la séptima caída consecutiva.
Por otro lado, el indicador coincidente, que evalúa la situación económica actual, se ubicó en 99.95 puntos, el nivel más bajo desde marzo de 2022, con una reducción de 0.04 puntos en comparación con septiembre.
Las contracciones económicas suelen originarse por factores como disminución en la demanda interna, reducción de inversiones, políticas fiscales restrictivas o crisis externas que afectan la estabilidad financiera
Estas contracciones impactan a la ciudadanía mediante el aumento del desempleo, reducción del poder adquisitivo y limitación en el acceso a servicios básicos. Por ejemplo, durante la crisis de 1995, el incremento de la inflación y las tasas de interés afectaron significativamente a las familias mexicanas, disminuyendo su ingreso disponible y generando crisis de endeudamiento.
Conocer estas dinámicas es esencial para que los ciudadanos comprendan cómo las fluctuaciones económicas pueden influir en su vida diaria, permitiéndoles tomar decisiones financieras más informadas y prepararse ante posibles adversidades económicas.
Es importante destacar que, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las fases de contracción en México suelen tener una duración mayor que las expansiones.
Durante la Gran Recesión, se observó que la disminución de ingresos afectó en mayor medida a los hogares de ingresos más altos, lo que llevó a una ligera reducción en la desigualdad de los ingresos totales del trabajo
En caso de recesión, se sugiere eliminar gastos innecesarios, como suscripciones no utilizadas o comidas fuera de casa, así como buscar aumentar los ingresos y priorizar el pago de deudas, especialmente las de tarjetas de crédito, para evitar intereses acumulativos que pueden agravar la situación financiera durante la recesión.