En el panorama actual de las relaciones interpersonales, propulsado por la omnipresencia de los dispositivos móviles y las plataformas digitales, el intercambio de mensajes e imágenes de contenido íntimo, comúnmente denominado "sexting", ha ganado una aceptación cada vez mayor
Esta práctica, que involucra el envío de fotografías o videos con connotaciones eróticas o sexuales, se ha arraigado particularmente entre los jóvenes, quienes ven en ella una forma de expresión de su sexualidad y un componente más de la dinámica romántica contemporánea
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Un estudio reciente de Kaspersky, titulado "La verdad al desnudo", arroja luz sobre la creciente prevalencia del sexting en América Latina, donde un 32% de los encuestados admite haber enviado "nudes" a sus parejas. Este dato subraya cómo el sexting se ha transformado en una suerte de "prueba de amor" en las relaciones modernas, especialmente entre aquellos que han crecido inmersos en la era digital.
La investigación revela que la franja etaria de 25 a 34 años lidera la práctica del sexting, con un 39% de los latinoamericanos en este grupo demográfico reconociendo haber compartido imágenes íntimas con sus parejas. En contraste, solo el 18% de las personas entre 45 y 54 años admiten participar en este tipo de intercambio. Esta disparidad generacional pone de manifiesto cómo la familiaridad con la tecnología y las redes sociales influye en la adopción de prácticas digitales como el sexting.
El estudio de Kaspersky revela que un alarmante 37% de los encuestados en América Latina ignora las herramientas y estrategias disponibles para salvaguardar sus "nudes", lo que los deja expuestos a peligros como la difusión no consentida de imágenes y la extorsión
Fabio Assolini, director del Equipo Global de Investigación y Análisis (GReAT) para América Latina en Kaspersky, advierte sobre las posibles consecuencias a largo plazo del sexting, como la "pornografía de venganza", que implica la difusión no autorizada de contenido íntimo con el propósito de dañar a una persona. En este sentido, Assolini enfatiza la importancia de que los usuarios tomen conciencia de los riesgos inherentes al sexting y adopten decisiones digitales más informadas.
Los expertos de Kaspersky recomiendan tomar precauciones como evitar almacenar fotos íntimas en la nube, utilizar plataformas seguras y cifradas para el intercambio de imágenes, y proteger los dispositivos con soluciones de ciberseguridad. Asimismo, es esencial recordar que, una vez que una imagen sale del control del remitente, es imposible garantizar su destino final.
En México, las leyes se han ido adaptando para abordar los daños causados por la difusión de material íntimo sin consentimiento, incluyendo reformas al Código Penal Federal y a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
Estas modificaciones, impulsadas por activistas como Olimpia Coral Melo, contemplan penas de cárcel para quienes videograben, fotografíen o elaboren videos simulados de contenido sexual de una persona sin su consentimiento, así como para quienes expongan, distribuyan, comercialicen o compartan este material sin autorización.
A pesar de los riesgos asociados, el sexting puede ser una forma de explorar la sexualidad y fortalecer la intimidad en las relaciones, siempre y cuando se practique de manera consciente, consentida y segura. Es importante establecer límites claros con la pareja y asegurarse de que ambas partes se sientan cómodas y seguras con el intercambio de imágenes íntimas.