El gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), ha asignado 45 mil millones de pesos para fortalecer el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FIEP)
Con esta inyección de recursos, el total acumulado en el fondo asciende a aproximadamente 103 mil millones de pesos. Esta medida se considera un mecanismo crucial para mitigar el impacto de una posible disminución en los ingresos presupuestarios durante el año 2024, según lo declarado por Édgar Amador Zamora, subsecretario de Hacienda.
Zamora subrayó que estos 103 mil millones de pesos están destinados a ser utilizados en caso de que se produzcan caídas en los ingresos presupuestarios, lo que podría afectar las finanzas públicas. Rodrigo Mariscal, titular de la Unidad de Planeación Económica de la SHCP, añadió que la capitalización del FIEP representa un aumento real del 129.1 por ciento en comparación con los recursos administrados en 2023.
Los funcionarios explicaron que esta estrategia es parte de un enfoque más amplio para fortalecer los amortiguadores financieros del país y garantizar una respuesta adecuada ante futuros choques económicos. La conferencia de prensa, donde se abordaron estos temas, también incluyó un análisis sobre la situación económica y la deuda pública al cierre del cuarto trimestre de 2024
Entre los riesgos que enfrenta la economía mexicana se encuentran la amenaza de aranceles del 25 por ciento a los productos mexicanos por parte del gobierno estadounidense, así como una caída del 9 por ciento en el sector agrícola durante el último semestre. A pesar de estas preocupaciones, Amador Zamora enfatizó que no se anticipa una recesión en México ni se observan señales permanentes de debilidad económica.
En cuanto a las finanzas públicas, la SHCP reportó que los ingresos presupuestarios han crecido durante cuatro años consecutivos, alcanzando un 22.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre de 2024. Este crecimiento superó las expectativas iniciales en 165 mil millones de pesos. Los ingresos tributarios también alcanzaron un récord histórico, representando el 14.6 por ciento del PIB con un incremento real anual del 4.7 por ciento.
La recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) creció un 2.2 por ciento real, alcanzando el 7.9 por ciento del PIB, gracias al aumento en el empleo y los ingresos laborales. Por otro lado, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) superó las proyecciones en 78 mil millones de pesos, representando el 4.1 por ciento del PIB
Sin embargo, no todo es positivo; los ingresos petroleros experimentaron una caída del 15.1 por ciento en términos reales, situándose en el 2.8 por ciento del PIB debido a una disminución en la producción y precios más bajos del gas natural. A pesar de esto, el gasto público creció un 7.7 por ciento real y se ubicó en el 27 por ciento del PIB para 2024.
El déficit presupuestario también fue menor al previsto, alcanzando un 4.9 por ciento del PIB. La deuda pública se mantuvo estable y sostenible, totalizando 17 billones 426 mil millones de pesos, equivalente al 51.4 por ciento del PIB.
El FIEP no solo actúa como un colchón financiero ante caídas inesperadas en los ingresos públicos sino que también está diseñado para asegurar que las finanzas públicas mantengan su integridad ante fluctuaciones económicas adversas