La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha reforzado acciones para evitar incrementos injustificados en los precios de la gasolina y el diésel en el país. Ante reportes de alzas en algunas regiones, Sheinbaum instruyó a la secretaria de Energía, Luz Elena González, a reunirse con los concesionarios de estaciones de servicio para analizar y regular los precios, especialmente en casos donde el combustible se ofrece a costos fuera de lo que se considera razonable.
Durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, Sheinbaum destacó que, aunque no existe un precio máximo para los combustibles desde la reforma energética de 2013, la disparidad en los precios actuales es preocupante. En algunos puntos del país, se ha detectado que el litro de gasolina Magna llega a venderse hasta en 26 pesos, una cifra que la presidenta calificó como "totalmente fuera de norma". En contraste, señaló que hay estaciones donde este tipo de combustible se comercializa en menos de 23 pesos, lo que consideró debería ser el estándar.
La mandataria enfatizó que no habrá aumentos decretados por su administración. Aclaró que las versiones sobre un incremento derivado del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) son falsas
Este impuesto, según explicó, se ajusta anualmente conforme a la inflación y no es resultado de una decisión reciente de su gobierno. Para 2024, el ajuste se limitará al 4.3%, correspondiente a la inflación del año que está por concluir. Este marco legal fue aprobado durante administraciones pasadas y forma parte de las políticas heredadas del modelo económico anterior.
Ante estas circunstancias, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Secretaría de Energía llevan a cabo un análisis integral para identificar las razones detrás de las variaciones de precios en distintas localidades. Sheinbaum subrayó que la revisión busca garantizar que no haya prácticas especulativas que afecten a los consumidores. "Estamos trabajando para mantener nuestro compromiso de que los precios de las gasolinas no suban en términos reales", señaló.
La mandataria también destacó que su administración ha entablado un diálogo abierto con los concesionarios de estaciones de servicio. Estas reuniones se centran en promover la cooperación entre el gobierno y las empresas para garantizar precios justos y accesibles, especialmente en zonas donde los costos han aumentado de manera considerable. Además, se están evaluando estrategias para reforzar la transparencia en la fijación de precios y asegurar que estos se alineen con los costos operativos y la inflación, evitando márgenes de ganancia desproporcionados.
Aunque la reforma energética de 2013 eliminó los precios máximos para los combustibles, Sheinbaum indicó que es responsabilidad del gobierno supervisar el mercado y actuar en casos donde se detecten abusos
Esta medida busca proteger la economía de las familias mexicanas, quienes dependen de estos recursos para sus actividades diarias. La revisión también incluye monitoreos más estrictos en regiones donde se han reportado precios elevados, con el objetivo de tomar medidas concretas que beneficien a los ciudadanos.
En este contexto, la presidenta reiteró que el compromiso de su gobierno es mantener la estabilidad en los precios de los combustibles. Insistió en que cualquier aumento estará vinculado únicamente a la inflación y no a decisiones discrecionales. "Nuestro objetivo es garantizar que las familias mexicanas no enfrenten incrementos desproporcionados en el costo de los combustibles", afirmó.