La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su sorpresa ante la rapidez con la que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) organizó una audiencia sobre la nueva reforma judicial en el país.
La reforma, que establece la elección popular de jueces, magistrados y miembros de la Suprema Corte a partir de 2025, ha generado controversia y protestas por parte de ciertos sectores del Poder Judicial.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum señaló que le parecía "llamativo" el interés de la CIDH por este tema, mencionando que, mientras otras quejas suelen tardar años en ser atendidas, esta reforma fue objeto de una audiencia en apenas unos días. "Hay casos que van a la Comisión Interamericana que tardan años para poderse atender y ahora esta reforma al Poder Judicial no tardó ni semanas. ¡Cuánto interés!", declaró la mandataria.
La queja fue presentada por la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed) y otras organizaciones ciudadanas. Estas entidades argumentan que la reforma vulnera los derechos humanos de los jueces y trabajadores judiciales, ya que afecta su carrera judicial y permite la intromisión del Ejecutivo en la justicia al permitir que el Gobierno impulse a sus candidatos.
Sin embargo, Sheinbaum defendió la reforma, asegurando que no hay ninguna violación a los derechos humanos y que, como país soberano, México tiene la facultad de decidir sobre sus reformas constitucionales. "México es un país libre, soberano e independiente, y el pueblo de México decide, de acuerdo a la Constitución, cuáles son las reformas constitucionales", afirmó.
La reforma judicial, que fue promulgada en septiembre por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene como objetivo hacer más accesible la justicia al pueblo de México. La mandataria resaltó que el proceso de elección de jueces por voto popular representa una forma de avanzar hacia un sistema más democrático y transparente.
El tema ha generado gran polémica, y varios amparos y fallos de jueces han sido presentados en contra de la reforma, aunque el Gobierno ha desestimado estos recursos, argumentando que la iniciativa fue aprobada por el Congreso con la mayoría constitucional necesaria. "Ya es constitucional, cualquiera que crea que hay otros mecanismos para parar la reforma judicial está muy equivocado", señaló Sheinbaum.
Además, la presidenta dejó claro que la reforma seguirá adelante, y que en las elecciones de 2025, los ciudadanos podrán elegir a los jueces y magistrados. "El 1 de junio de 2025 va a haber elecciones en México y eso es por decisión del pueblo de México", concluyó Sheinbaum.
Esta discusión sobre la reforma judicial y la reacción de la CIDH pone de manifiesto la tensión entre los distintos poderes del Estado y la sociedad civil en México, en un momento clave para el sistema judicial del país.