La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que sostendrá una llamada con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el objetivo de negociar la suspensión de los aranceles del 25 % impuestos a los productos mexicanos.
La mandataria informó que la conversación está programada para el jueves y expresó su esperanza de que este diálogo ayude a encontrar una solución.
Sheinbaum calificó la medida de Trump como una "decisión unilateral" e "inconcebible", especialmente porque ambos países han mantenido reuniones de alto nivel en las últimas semanas para fortalecer la cooperación en temas como el tráfico de armas y drogas. La presidenta enfatizó que México ha estado dispuesto a coordinarse con Estados Unidos y que la imposición de aranceles resulta contradictoria en este contexto.
Mientras espera el resultado de la conversación con Trump, el Gobierno mexicano ha diseñado un plan de respuesta en caso de que los aranceles continúen. Sheinbaum adelantó que, de ser necesario, las medidas se anunciarán el domingo en el Zócalo de la Ciudad de México, donde también convocó a gobernadores y a la jefa de Gobierno capitalina para mostrar unidad ante la situación.
La presidenta dejó claro que México no busca una guerra comercial con Estados Unidos, pues considera que esto afectaría a ambos países. Subrayó que el impacto no solo dañaría la economía mexicana, sino que también perjudicaría a empresarios, trabajadores y comunidades estadounidenses.
Sheinbaum destacó que en Estados Unidos ya hay sectores que han manifestado su preocupación por los efectos negativos de los aranceles, incluyendo cámaras de comercio, gobernadores, legisladores y líderes locales. Según la mandataria, estos actores han advertido que la medida de Trump podría generar serios daños económicos en diversas regiones del país.
A pesar de la posible suspensión de los aranceles tras la llamada con Trump, Sheinbaum aseguró que el evento del 9 de marzo en el Zócalo se llevará a cabo de todos modos. En este acto, el Gobierno presentará tanto medidas arancelarias como estrategias adicionales para proteger la economía nacional y la inversión extranjera en el país.
Finalmente, la presidenta insistió en que este no es un tema partidista, sino un asunto que afecta a toda la nación. "Es un asunto que va contra el país", afirmó, llamando a la unidad para enfrentar este desafío con determinación y firmeza.