La Asociación General de las y los Trabajadores, que representa a numerosos sindicatos en México, ha manifestado su oposición a la reciente reforma a la Ley del Infonavit, aprobada la semana pasada en el Senado
Los líderes sindicales, incluyendo a Francisco Hernández Juárez, del sindicato de telefonistas, e Isaías González Cuevas, de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), han solicitado un diálogo con la Cámara de Diputados y la presidenta Claudia Sheinbaum para expresar sus preocupaciones sobre la reforma y presentar sus propuestas. En una conferencia de prensa, advirtieron que no permitirán que se pongan en riesgo los ahorros de los trabajadores y anunciaron movilizaciones para detener esta reforma.
Hernández Juárez expresó su inquietud por la rapidez con que se aprobó la reforma en el Senado, indicando que el tono de la iniciativa generó desconcierto entre los trabajadores. "Nos sorprendió el tono de la presentación; me enteré por una llamada en la noche y al día siguiente ya estaba aprobada", comentó. A medida que se informaron sobre los detalles de la iniciativa, notaron que se proponían cambios en la estructura y el diseño de los órganos de control del Infonavit, lo cual les preocupa.
González Cuevas también enfatizó que ninguna reforma relacionada con los derechos laborales debe llevarse a cabo sin la participación activa de los trabajadores. Insistió en que es fundamental establecer un Parlamento Abierto para escuchar las inquietudes y propuestas del sector laboral
El líder de la CROC subrayó que es esencial respetar el derecho a audiencia y permitir un diálogo constructivo entre las partes involucradas. "Este Parlamento Abierto debe existir para que nos escuchen; consideramos que la iniciativa aprobada no está completa", afirmó. González Cuevas advirtió que algunas disposiciones podrían dejar a los trabajadores en una situación vulnerable y urgió a los diputados a iniciar un proceso similar al que se llevó a cabo con empresarios durante la reforma del outsourcing.
Rodolfo González Guzmán, secretario general de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), anunció que en los próximos días se dará a conocer un calendario de movilizaciones para exigir la revocación de la reforma tal como fue aprobada en el Senado. Recordó una experiencia previa durante el gobierno de Peña Nieto, cuando se intentó tomar recursos de la subcuenta de vivienda para crear un fondo de desempleo, lo cual fue rechazado por el movimiento obrero. "Estamos defendiendo no solo la estructura del Infonavit, sino también los recursos que pertenecen a los trabajadores", aseguró.
La reforma al Infonavit ha generado controversia debido a sus implicaciones sobre el manejo de los fondos destinados a vivienda
La iniciativa busca ampliar las funciones del Infonavit para permitirle construir y ofrecer esquemas de arrendamiento social. Sin embargo, críticos argumentan que esto podría poner en riesgo aproximadamente 2.4 billones de pesos en activos administrados por el instituto. La propuesta incluye cambios significativos en la gobernanza del Infonavit, lo cual ha suscitado preocupaciones sobre una mayor intervención del gobierno federal.
La iniciativa fue presentada por Claudia Sheinbaum y aprobada rápidamente en el Senado con 68 votos a favor y 29 en contra. Los senadores opositores han expresado su descontento con el hecho de que el director general del Infonavit será nombrado directamente por el presidente, lo cual podría comprometer la independencia del organismo. Además, se prevé una reducción en el número de integrantes del Consejo de Administración y otros comités clave, lo que podría debilitar el principio del tripartismo que ha caracterizado al Infonavit desde su creación.
Los cambios propuestos también incluyen la creación de una empresa filial del Infonavit encargada de planear y coordinar proyectos habitacionales
Esta medida ha sido criticada por quienes temen que permita al gobierno utilizar fondos destinados a los trabajadores para inversiones sin supervisión adecuada. La falta de mecanismos claros para proteger estos recursos ha generado desconfianza entre los sindicatos y sus líderes.
La presidenta Sheinbaum ha defendido la reforma, asegurando que los ahorros de los trabajadores están resguardados y que no se verán afectados por esta nueva legislación. Sin embargo, las preocupaciones persisten entre las organizaciones sindicales sobre cómo se gestionarán estos fondos y si realmente se garantizará su seguridad bajo las nuevas disposiciones.