Hoy, 12 de noviembre, se conmemora el nacimiento de una de las figuras más emblemáticas de la literatura y el pensamiento en América Latina: Sor Juana Inés de la Cruz.
Nacida en 1648 en el Virreinato de la Nueva España, hoy México, Sor Juana se destacó no sólo por su prodigiosa inteligencia, sino por su audaz defensa de los derechos de las mujeres y su búsqueda incansable del conocimiento.
Desde temprana edad, Sor Juana mostró una sed insaciable de aprendizaje. Criada en una familia que, aunque no era rica, le permitió acceso a la educación, la joven Juana logró dominar, de forma autodidacta, las principales lenguas y disciplinas de su época, incluyendo latín, filosofía, teología y poesía. A los 16 años, ingresó al convento de las Jerónimas en la Ciudad de México, donde adoptó el nombre de Sor Juana Inés de la Cruz y dedicó su vida a la investigación y a la escritura.
A lo largo de su vida, Sor Juana escribió poesía, teatro, ensayos filosóficos y científicos, abordando temas tan diversos como la naturaleza humana, el amor, el conocimiento, y las limitaciones impuestas a las mujeres en su sociedad. Su obra más conocida es "Inundación castálida", una serie de poemas en los que se muestra su dominio de la lengua y su perspectiva crítica sobre el papel de las mujeres.
Uno de los aspectos más revolucionarios de Sor Juana fue su postura ante la educación femenina. En su famosa Carta atenagórica (digna de la sabiduría de Atenea), escrita en 1700, respondió de manera incisiva y perspicaz a las críticas que un teólogo había hecho a sus escritos, defendiendo el derecho de las mujeres a acceder al conocimiento y la educación. En esta carta, Sor Juana sentó las bases de lo que hoy sería considerado una postura feminista, defendiendo que las mujeres, al igual que los hombres, tienen derecho a aprender, estudiar y escribir sin restricciones basadas en su género.
Aunque la vida de Sor Juana estuvo marcada por la censura de su tiempo, sus obras perduran y siguen siendo objeto de estudio y admiración. En su tiempo, la Iglesia católica, a través de la figura del confesor, ejerció presión sobre ella para que abandonara la escritura, lo que finalmente llevó a Sor Juana a renunciar a su vida intelectual en 1704, a los 56 años. Sin embargo, su legado sigue vivo. Es considerada una de las escritoras más importantes del Siglo de Oro de la literatura española y una de las precursoras del feminismo en América Latina.
A más de 350 años de su nacimiento, Sor Juana sigue siendo un símbolo de lucha por los derechos de las mujeres y una figura clave para entender la historia literaria y cultural de América Latina. Su vida y su obra continúan inspirando a generaciones de escritoras, intelectuales y feministas que encuentran en ella una voz audaz y crítica ante las normas sociales que oprimen a las mujeres.
Sor Juana Inés de la Cruz ha estado presente en diversos billetes y monedas de México durante más de 40 años, lo que ha convertido su imagen en un símbolo de la cultura nacional, ya que solamente tres mujeres han aparecido en billetes mexicanos, Sor Juana, Josefa Ortiz de Domínguez y Frida Kahlo.
Billete de $100, Sor Juana Inés de la Cruz.
Moneda $1000, Sor Juana Inés de la Cruz.
Billete de $5, Josefa Ortiz de Domínguez.
Billete de $500, Frida Kahlo.
En 1978, su rostro apareció por primera vez en el billete de 1,000 pesos, y años después, en 1988, en una moneda de 1,000 pesos. Esta última pieza fue conocida como "Juana de Asbaje", y dejó de circular con la transición a los Nuevos Pesos en 1992.
En 2008, Sor Juana regresó al papel moneda en el billete de 200 pesos, con una imagen acompañada de libros, un tintero y una ventana que hacía referencia a su claustro. En noviembre de 2020, su figura volvió a estar presente en el nuevo billete de 100 pesos, reconocido como el "mejor billete del 2020" por la International Bank Note Society. Este billete destaca el patio del Antiguo Colegio de San Ildefonso, donde Sor Juana desarrolló su conocimiento, y en el reverso se representa el ecosistema de los bosques templados en la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca.
El legado de Sor Juana no solo se limita a su obra escrita, sino también al ejemplo de su valentía intelectual. En un contexto donde las mujeres no tenían acceso a la educación formal, ella desafió las convenciones sociales y demostró que el conocimiento no tiene género. Sor Juana Inés de la Cruz es, sin lugar a dudas, una de las grandes figuras de la historia de México y un referente para la literatura y los derechos humanos de las mujeres.
Como dato curioso, lo que lleva Sor Juana en la mayoría de sus retratos es un escudo de Monja. Estos fueron populares en España y la Nueva España durante los siglos XVII y XVIII, son pequeñas piezas artísticas que combinan devoción religiosa e identidad personal de las monjas. Pintados al óleo o bordados, generalmente presentaban imágenes de la Virgen María, escenas bíblicas o de santos, y se usaban como parte del vestuario religioso, especialmente durante la toma de votos o en celebraciones conventuales. Estos escudos eran también elementos cruciales en los retratos de las monjas, mostrando su devoción y santidad. Entre los escudos más destacados se encuentran los usados por sor Juana Inés de la Cruz, lo que resalta aún más su significado en la historia del arte y la religión en México.