Como cada año, el Super Bowl de la NFL causó aglomeraciones en varios restaurantes de la Ciudad de México, aunque en esta ocasión no se debió a la cantidad de comensales que asistían a consumir, sino por la cantidad de pedidos para llevar por medio de aplicaciones o para tratar de ver el juego en las pantallas de los establecimientos.
De acuerdo con los comentarios de los repartidores, por el exceso de pedidos durante el Súper Tazón se tardaron hasta una hora para ser despachados por los establecimientos.
En restaurantes ubicados en zonas como Avenida Insurgentes o Paseo Acoxpa las aglomeraciones se generaron afuera de establecimientos con grandes pantallas en sus fachadas, reuniendo a varios aficionados que se acercaban a observar el juego mientras esperaban a hacer su pedido o bien ingresar al restaurante.
Por su parte, en otras zonas como la Roma-Condesa se observaron restaurantes y bares con servicio de comida con poca afluencia de clientes.