Este viernes, la Corte Suprema de Estados Unidos aprobó por unanimidad una ley federal que prohíbe el uso de TikTok en el país a partir del domingo 19 de enero, salvo que su empresa matriz, con sede en China, venda la aplicación.
La decisión se basa en los riesgos a la seguridad nacional que, según el gobierno, representan los vínculos de la plataforma con China, priorizando estas preocupaciones por encima de los derechos de expresión de sus 170 millones de usuarios estadounidenses.
Aunque el fallo es contundente, la aplicación no desaparecerá inmediatamente de los teléfonos de los usuarios existentes. Sin embargo, la ley impedirá nuevas descargas y actualizaciones, lo que, según el Departamento de Justicia, podría hacer que TikTok se vuelva inviable a largo plazo.
En un panorama político marcado por tensiones, el presidente electo Donald Trump ha prometido buscar una solución negociada para evitar la desaparición de la popular aplicación, donde cuenta con 14.7 millones de seguidores. Este enfoque contrasta con la postura de destacados republicanos del Senado, quienes critican a los propietarios chinos de TikTok por no haber concretado una venta que cumpliera con los requerimientos legales.
Por su parte, el gobierno saliente de Joe Biden ha declarado que no aplicará la ley durante el último día de su administración, dejando en el aire cómo procederá la nueva presidencia. Trump asumirá el cargo el lunes 20 de enero, y aún no está claro qué acciones tomará para modificar o implementar la ley.
Una posible salida para TikTok sería acogerse a una cláusula de la ley que permite una pausa de 90 días en las restricciones si se demuestra progreso en las negociaciones de venta. Sin embargo, la procuradora general Elizabeth Prelogar señaló que no hay claridad sobre cómo afectaría este respiro al futuro de la aplicación, una vez que las restricciones entren en vigor.
El destino de TikTok se perfila como uno de los primeros retos para la administración de Trump, quien deberá equilibrar las preocupaciones de seguridad nacional con las de millones de usuarios y creadores que dependen de la aplicación. Mientras tanto, el futuro de la plataforma en Estados Unidos queda en suspenso, a la espera de decisiones políticas y legales en los próximos días.