El Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos decidió ocupar parte de las cuotas que cobra a los visitantes de sus instalaciones para destinarlas al mantenimiento, mientras continúa el cierre del gobierno federal por las diferencias entre el presidente Donald Trump y el Congreso.
La decisión fue dada a conocer en un memorándum firmado por el secretario en funciones del departamento del Interior, David Bernhardt, y confirmado este domingo por Daniel P. Smith, subdirector del Servicio, quien señaló que es algo necesario para ofrecer el servicio en condiciones apropiadas.
Los parques más visitados, que tienen personal limitado, tienen necesidades urgentes, por lo que se tomó la medida para proteger las instalaciones y que los visitantes puedan tener acceso, señaló Smith.
De acuerdo a las disposiciones legales, las cuotas de ingreso deben destinarse a las tareas necesarias directas para la estancia de los visitantes. Del total de lo cobrado, 80 por ciento se debe erogar en el parque que lo recaude, y 20 por ciento destinarse a otros centros.
Con la autorización que se señala en el memorándum citado por el diario The Washington Post, los recursos podrán destinarse a la recolección de basura y limpieza en general, mantenimiento de caminos, operaciones de vigilancia y de emergencia.
A diferencia de otros cierres de la administración gubernamental, en la actual se decidió mantener abiertos los parques y otros sitios recreativos con el personal mínimo, pero la operación pone en riesgo las instalaciones por falta de mantenimiento.
Las negociaciones entre la Casa Blanca y el Congreso continuaban este domingo sin dar resultados, por lo que este domingo al presidente Trump reiteró que podría decretar una "emergencia nacional", a fin de conseguir los fondos que se le niegan para un muro fronterizo.
Poco antes de viajar a Camp David desde Washington, indicó también en breves declaraciones a la prensa que acudiría a los principales manufactureros de acero para que diseñen una barrera fronteriza de ese material.
El principal escollo para aprobar el presupuesto son los cinco mil 700 millones de dólares que el mandatario exige para erigir un muro en la frontera con México, y que la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes rechaza otorgar, a pesar de que Trump ha advertido con mantener el cierre de la administración por meses e incluso años.