El 4 de marzo se aproxima como la fecha límite para la reactivación de los aranceles del 25 % a los productos mexicanos, que Estados Unidos había suspendido temporalmente desde el 3 de febrero.
El presidente Donald Trump confirmó este lunes que si no se llega a un acuerdo, los aranceles se implementarán según lo previsto.
Trump aseguró en sus declaraciones que los avances para aplicar los aranceles están "a tiempo" y que el proceso avanza rápidamente. A pesar de esto, las negociaciones entre los dos países siguen activas, con la esperanza de evitar que se active esta medida económica.
El mandatario estadounidense también expresó que varios países, incluidos Canadá y México, han "abusado" de las relaciones comerciales con Estados Unidos, mencionando que su administración aplicará aranceles recíprocos contra aquellos países que imponen gravámenes a los productos estadounidenses.
El gobierno mexicano ha continuado negociando en varios frentes, especialmente en temas de comercio y seguridad. Aunque los aranceles se han convertido en el principal punto de tensión, se busca un acuerdo que abarque estos dos temas de manera integral, sin centrarse exclusivamente en México y Canadá.
Una de las medidas clave de México para evitar la reactivación de los aranceles ha sido el despliegue de 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera con Estados Unidos. Esta estrategia ha sido fundamental en el retraso de la implementación de los impuestos comerciales, brindando más tiempo para alcanzar un acuerdo.
Aunque las negociaciones siguen abiertas, México se muestra preparado con diversos planes alternativos en caso de que los aranceles se pongan en marcha. Estos planes incluyen medidas económicas que buscan mitigar los efectos negativos de los impuestos.
La fecha límite del 4 de marzo es crucial. Si no se llega a un acuerdo, la relación comercial entre ambos países podría enfrentar un giro importante, con consecuencias tanto para las empresas como para los consumidores de ambos lados de la frontera.