Donald Trump se encuentra nuevamente en el ojo del huracán, tras ser dado de alta del hospital Walter Reed, volvió a minimizar la pandemia, al comparar a la COVID-19 con una gripe común. Justo ayer, pidió a la población no temerle al coronavirus y se quitó el cubrebocas al llegar a la Casa Blanca.
A diferencia de otras personas, el presidente norteamericano tuvo acceso a un medicamento llamado Regeneron, un cóctel experimental basado en anticuerpos monoclonales.
El mandatario estadounidense de 74 años que recientemente dio positivo a COVID-19, dijo que al año mueren 100 mil personas de gripe pese a tener una vacuna para ello.
"¡La temporada de gripe está llegando! Cada año mucha gente, más de 100,000 (personas), y pese a la vacuna, mueren por la gripe. ¿Vamos a cerrar nuestro país? No, hemos aprendido a vivir con ello, justamente como estamos aprendiendo a vivir con la Covid, ¡en muchas poblaciones mucho menos letal!, dijo el magnate en un tuit.
El pasado lunes, Trump regresó a la Casa Blanca tras estar hospitalizado y en observación tras dar positivo a COVID-19 junto a su esposa Melania Trump y otros colaboradores como su vocera Kayleigh McEnany.
Estados Unidos acumula siete millones 492 mil 442 casos positivos, 210 mil 716 muertos, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins.