Trump congela fondos para el río Colorado
La congelación de fondos federales por parte de la Administración de Donald Trump ha puesto en grave riesgo la conservación del río Colorado, uno de los afluentes más importantes de Estados Unidos y México.
Esta medida afecta no solo la preservación de este vital recurso natural, sino también los acuerdos de distribución del agua entre los estados del suroeste de EE.UU. y México, que dependen del flujo del río para abastecer a millones de personas y mantener grandes áreas agrícolas.
Sandy Bahr, directora de Sierra Club del Departamento del Gran Cañón en Arizona, calificó la decisión de Trump como un "caos" y alertó sobre las consecuencias a corto y largo plazo para el río, ya que se paralizan los fondos destinados a garantizar que el agua se mantenga a niveles saludables. "Estamos viendo un grave retroceso en los esfuerzos para preservar el agua en un río sumamente estresado por la sequía", indicó Bahr.
El río Colorado, que abastece a más de 40 millones de personas y más de 2.2 millones de hectáreas de tierras agrícolas en siete estados de EE.UU. y el norte de México, está sumido en una profunda crisis por años de sobreexplotación y los efectos del cambio climático.
La congelación de los fondos aprobados por el Congreso para la conservación de este recurso afecta programas clave, como el Programa de Eficiencia y Conservación del Sistema de la Parte Baja del Río Colorado, que ha sido fundamental para mantener los niveles de agua en el lago Mead, el embalse más grande del país.
Este programa ha permitido la inyección de agua al lago, aumentando su nivel en 2.7 metros en los últimos dos años, lo que ha beneficiado tanto a la población de EE.UU. como a la de México. El lago Mead es crucial para las tres entidades, pues abastece a millones de personas y genera energía hidroeléctrica, siendo una fuente vital para la economía y la vida cotidiana en la región.
La medida también afecta el acuerdo histórico entre los tres estados y México, que prevé un recorte de al menos 3.7 millones de metros cúbicos de agua hasta 2026. La congelación de fondos pone en peligro estos acuerdos y agrava las negociaciones que se llevarán a cabo el próximo año para renovar los pactos de conservación, con los estados temiendo que la falta de recursos obstaculice los esfuerzos de cooperación.
Bahr advirtió que la falta de fondos y el recorte de personal en el Gobierno federal podrían complicar aún más las negociaciones entre los estados, que ya enfrentan un ambiente de desconfianza hacia la Administración Trump. "Es un obstáculo más en la búsqueda de soluciones", comentó la activista, quien también expresó su preocupación por el impacto que tendrá esta situación en la protección del medio ambiente y la supervivencia del río.
Ante esta situación, varios congresistas y senadores de los estados afectados han solicitado al Departamento del Interior liberar los fondos necesarios para asegurar la conservación del río Colorado y la distribución equitativa del agua. Estos fondos son cruciales para evitar niveles peligrosos de agua y garantizar que las generaciones futuras no enfrenten una crisis hídrica aún más grave.
Con el tiempo corriendo y el futuro del río en juego, los esfuerzos por recuperar estos fondos y asegurar un manejo adecuado de los recursos hídricos continúan siendo una prioridad para los estados afectados y sus habitantes.
Con información de EFE.