Los invitados y deudos en el funeral del exsenador John McCain se refirieron hoy de manera crítica, pero sin mencionarlo, al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien no fue invitado a la ceremonia fúnebre.
Por sus abiertas diferencias con el también excandidato presidencial, Trump no fue invitado al funeral por decisión del propio McCain, quien dejó preparadas sus exequías meses antes de su muerte, provocada por un cáncer cerebral que padecía.
Este sábado, y después de varias ceremonias, se efectuaron en la Catedral Nacional los servicios funerales de McCain, quien falleció el 25 de agosto pasado, en los que participaron los expresidentes Barack Obama y George W. Bush.
"Él (McCain) respetó la dignidad inherente en cada vida, una dignidad que no se detiene en las fronteras y no puede ser borrada por los dictadores", dijo Bush, quien derrotó a McCain en una carrera por la nominación presidencial republicana en 2000.
"Fue honorable, siempre reconociendo que sus oponentes seguían siendo patriotas y seres humanos (...) quizás sobre todo, John detestaba el abuso de poder", sentenció Bush, en alusión a Trump.
Su último y conmovedor asentimiento al bipartidismo fue el sello distintivo de McCain, indicó Bush, en otro implícito reproche contra el actual presidente.
Obama, quien venció a McCain en 2008 después que el exsenador lograra la nominación del Partido Republicano, bromeó con la decisión del extinto legislador de que los dos expresidentes hablaran en su funeral: "¿qué mejor manera de soltar una risa, que hacer que George y yo digamos cosas buenas de él?".
A pesar de sus muchas diferencias en política exterior, Obama expresó: "nos mantuvimos unidos en el papel de Estados Unidos como nación indispensable, creyendo que con gran poder y grandes bendiciones vienen grandes responsabilidades".
"Gran parte de nuestra política, nuestra vida pública, nuestro discurso público puede parecer pequeño, mezquino e insignificante, (ante) el intercambio de insultos y falsas controversias y la indignación fabricada", dijo, al criticar la "política que pretende ser valiente y dura, pero de hecho nace del miedo".
El expresidente afromericano añadió: "John nos pidió ser más grandes. Nos llamó a ser mejores que eso".
Megan McCain, hija del fallecido político republicano, afirmó que el país de su padre no necesita ser grande otra vez, porque "Estados Unidos siempre ha sido grande", en abierta alusión a la frase de campaña de Trump.
"El Estados Unidos de John McCain no tiene necesidad de volver a ser grande, porque Estados Unidos siempre fue grandioso", enfatizó, en medio de aplausos de una catedral abarrotada que incluía a algunos funcionarios, entre ellos la hija y el yerno de Trump, Ivanka Trump y Jared Kushner.
"Nos reunimos aquí para llorar el fallecimiento de la grandeza estadunidense, lo real, no una retórica barata de hombres que nunca se acercarán al sacrificio que él ofreció tan voluntariamente ni la apropiación oportunista de aquellos que vivieron vidas de consuelo y privilegio mientras él sufría y sirvió", agregó Megan.
"Era un gran fuego que ardía radiante. En los últimos días, mi familia y yo hemos tenido noticias de muchos de esos estadunidenses que se pararon en el calor y la luz de su fuego", agregó.
Entre los asistentes figuraron el expresdiente Bill Clinton y su esposa Hillary Clinton, el exsenador republicano Robert Dole, y el exdemócrata Joe Lieberman, a quien McCain dijo que hubiera preferido como candidato a la vicepresidencia en 2008, en lugar de Sarah Palin, quien no fue invitada a las exequias.
La familia McCain realizará un entierro privado mañana domingo en la Academia Naval de Annapolis, Maryland, donde el senador, el hijo y el nieto de almirantes de cuatro estrellas, se graduó en 1958.