El gabinete del presidente Donald Trump comienza a tomar forma a medida que se acercan las elecciones de 2024, y uno de los primeros nombramientos destacados es el de Tom Homan como "zar de la frontera".
Homan, quien ya fue parte del primer gobierno de Trump, se encargará de supervisar las deportaciones masivas de migrantes indocumentados, una de las principales propuestas de la campaña de reelección del republicano. Su nombramiento refleja el enfoque central de Trump en dos temas clave: la inmigración y la violencia relacionada con el narcotráfico.
Homan, lideró el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) durante el primer mandato de Trump, es conocido por haber implementado una estrategia de separación familiar que resultó en la detención de casi 4 mil niños migrantes. Este escándalo, que generó fuertes críticas y preocupaciones por la falta de un plan para reunir a los menores con sus familias, sigue siendo uno de los episodios más polémicos de la administración anterior.
Ahora, como "zar de la frontera", Homan tendrá la responsabilidad de manejar todas las deportaciones de inmigrantes ilegales, aunque no está claro cómo evitará la separación de familias bajo su supervisión.
En una entrevista reciente, Homan fue cuestionado sobre los costos de deportar a un millón de personas, un proceso que podría llegar a costar hasta 80 mil millones de dólares al año. Aunque admitió no conocer la cifra exacta, respondió: "¿Qué precio le pones a la seguridad nacional?", reafirmando su compromiso con la estrategia de deportación masiva que Trump ha promovido. Homan también aseguró que las familias pueden ser deportadas juntas, una afirmación que podría aliviar las preocupaciones sobre la separación familiar en las futuras políticas migratorias.
Homan, además, es uno de los principales autores del controversial Proyecto 2025, un plan que busca otorgar mayores poderes a Trump, especialmente en el Departamento de Seguridad Nacional, para aumentar las deportaciones y desplegar más militares en la frontera sur.
El proyecto también otorga mayores facultades a los agentes del ICE, permitiéndoles ingresar a lugares como escuelas e iglesias en busca de indocumentados. A pesar de que Trump se ha deslindado públicamente del proyecto, analistas aseguran que las políticas propuestas en él probablemente se implementarán durante su segunda presidencia, si llega a ser reelegido.
Dentro del plan para un segundo mandato, también se incluyen propuestas como el desmantelamiento de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), la derogación parcial de la Ley de Asistencia Asequible (Obamacare) y restricciones más severas sobre el acceso a la atención sanitaria reproductiva, como la prohibición de la mifepristona y el misoprostol, fármacos utilizados en abortos. Estos temas han sido parte fundamental de la agenda republicana en los últimos años y se espera que Trump los impulse con mayor fuerza si regresa a la Casa Blanca.
En declaraciones durante un panel en la Conferencia Nacional de Conservadurismo, Homan prometió implementar la "mayor fuerza de deportación que este país haya visto jamás" en caso de que Trump regrese a la presidencia. "Aún no han visto nada... esperen hasta 2025", advirtió, anticipando medidas drásticas contra los migrantes y los traficantes de drogas. En la Convención Nacional Republicana, Homan lanzó amenazas directas contra los cárteles de narcotráfico, prometiendo clasificarlos como organizaciones terroristas y destruirlos por completo.
El nombramiento de Homan como "zar de la frontera" y su enfoque agresivo hacia la inmigración y el narcotráfico marcan un regreso a las políticas de control estricto que definieron el primer mandato de Trump. Mientras tanto, las declaraciones de Homan y las propuestas del Proyecto 2025 continúan generando debate sobre los posibles efectos de estas medidas en los derechos humanos y en la relación de Estados Unidos con sus vecinos, especialmente México.