El papa Francisco lamentó la "inmensa tragedia" de Ucrania y deseó que hayan "caminos de diálogo y reconciliación", en una carta con motivo de los mil días de guerra tras la invasión rusa.
"Será Dios quien pronuncie la última palabra sobre esta inmensa tragedia", dijo en la misiva dirigida al arzobispo y nuncio apostólico (embajador vaticano) en Ucrania, Visvaldas Kulbokas, publicada por el portal oficial Vatican News.
El pontífice, pidió que quienes tengan roles de responsabilidad en el conflicto a "emprender recorridos de diálogo, reconciliación y concordia".
En el documento, Francisco saluda a todos los ucranianos "estén donde estén" y asegura ser consciente de que "ninguna palabra humana puede proteger sus vidas de los bombardeos cotidianos, ni consolar a quienes lloran a sus muertos, ni curar a los heridos, ni repatriar a los niños, ni liberar a los prisioneros, ni mitigar los crudos efectos del invierno ni devolver la justicia y la paz".
El pontífice escribió la palabra "PAZ" en mayúscula para resaltar que "lamentablemente ha sido olvidada en el mundo de hoy" y para que "vuelva a resonar en las familias, las casas y las calles de la querida Ucrania".
Y terminó la misiva asegurando que Dios "pedirá cuentas" de este conflicto "mientras recoge todas las lágrimas esparcidas".
Esta mañana, el papa publicó un mensaje en la red social X sobre Ucrania para augurar una "paz justa y duradera" cuando se cumplen los mil días del inicio de la guerra.
"La guerra es siempre una derrota. Pido una vez más poner fin a la locura de la violencia y comprometernos con una paz justa y duradera. Oremos por el pueblo ucraniano", publicó el papa en su cuenta en varios idiomas en la red social X.
El religioso no ha dejado un solo día en todas sus audiencias o rezos de pedir la paz y rezar por "la martirizada Ucrania".
Le pidió al cardenal Matteo Zuppi mediar para al menos conseguir una serie de acuerdos de intercambios de prisioneros o para el regreso de los niños deportados a Rusia.
El secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, reconoció su deseo de que esta efeméride "sacuda" a quienes puedan "detener la carnicería" en Ucrania.
"¡No podemos rendirnos ante la inevitabilidad de la guerra! Espero sinceramente que este triste día, el milésimo desde el comienzo de la guerra a gran escala contra Ucrania, provoque una sacudida de responsabilidad en todos y en particular en aquellos que pueden detener la carnicería en curso", dijo en "Vatican News".