Kabul, 25 sep (EFE).- Al menos un combatiente talibán murió y otras siete personas resultaron heridas tras una nueva explosión ocurrida este sábado en la ciudad de Jalalabad, que ha sido escenario de varios ataques contra los islamistas en la última semana.
El atentado de hoy tuvo lugar durante la mañana en el centro de la ciudad, capital de la provincia oriental de Nangarhar, cuando un artefacto explosivo detonó al paso de un vehículo de las fuerzas de seguridad de los talibanes.
Los explosivos fueron colocados en el césped, en el medio de una calle, en la zona de Amir-Shaheed Garden de Jalalabad, y estallaron cuando un vehículo de los talibanes pasaba por la zona, informó a Efe Hanif Nangarhari, director de la Comisión de Asuntos Culturales de los talibanes en Nangarhar.
"Un miembro de las fuerzas de seguridad (combatiente talibán) murió y siete resultaron heridos en la explosión de hoy, entre ellos cuatro civiles", dijo.
Un médico del hospital provincial de Nangarhar también confirmó a Efe, bajo condición de anonimato, que han recibido un cadáver y siete heridos tras la explosión.
"Entre las personas heridas hay cuatro civiles, incluido un trabajador de limpieza del municipio de Jalalabad", indicó.
La ciudad de Jalalabad ha sido escenario de varias explosiones y ataques armados en los últimos días, la mayoría de ellos reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que han dejado varios muerto, buena parte de ellos talibanes.
Se trata de los primeros atentados que tienen lugar en el país desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán a mediados de agosto, poco antes de la retirada total de las tropas de EEUU.
La región de Nangarhar se ha mantenido como la principal zona de operaciones en Afganistán del EI desde que el grupo se instaló en el país en 2015. En los últimos años ha habido en esta zona numerosos enfrentamientos entre sus combatientes, los talibanes y las tropas afganas y extranjeras.
A pesar de esa fuerte oposición, el EI mantiene su presencia en áreas remotas de Nangarhar y se ha convertido ahora en la principal amenaza contra los talibanes, al ser capaces de perpetrar atentados como el del pasado 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul, que dejó al menos 170 muertos.
Esta misma semana, los talibanes lanzaron una operación de seguridad en contra de los miembros del EI en esta región, y han detenido a decenas de personas, presuntamente vinculadas con el grupo terrorista.