Voto Femenino en México: Un Hito en la Historia Democrática
El 3 de julio de 1955 las mujeres emitieron por primera vez su voto en México, hecho que implicaba uno de los mayores reconocimientos a sus derechos. En esa ocasión se elegía a los diputados federales para la XLIII Legislatura.
La lucha por el voto femenino en México comenzó mucho antes de 1955. Diversos movimientos y figuras clave se destacaron en esta causa, entre ellos el Congreso Feminista de 1916 en Yucatán, donde mujeres pioneras como Hermila Galindo y Elvia Carrillo Puerto comenzaron a abogar por los derechos políticos de las mujeres. Sin embargo, pasarían varias décadas antes de que estos esfuerzos dieron frutos.
En 1937, bajo el gobierno de Lázaro Cárdenas, se propuso una reforma al artículo 34 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la cual se solicitaba por primera vez que se reconociera a las mujeres el derecho a votar y a ser elegidas para cargos públicos. Aunque esta propuesta fue aprobada tanto por la Cámara de Senadores como por la Cámara de Diputados, no se completó la declaratoria de Reforma Constitucional, como lo requiere el artículo 135, y el asunto quedó pendiente. Según información de la Comisión Nacional De Derechos Humanos (CNDH).
Años más tarde, el 6 de abril de 1952, más de 20 mil mujeres se congregaron en el Parque 18 de marzo en la Ciudad de México, demandando al entonces candidato presidencial Adolfo Ruiz Cortines que cumpliera su promesa de incluir en la Constitución el derecho de las mujeres mexicanas a votar y a ser electas.
El 17 de octubre de 1953, Adolfo Ruíz Cortines, quien ya fungía como presidente de la nación, publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto donde anunciaba la promulgación de las reformas constitucionales, otorgando a las mujeres el derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular.
El 3 de julio de 1955, las mujeres mexicanas acudieron por primera vez a las urnas para elegir a los diputados federales. Este evento histórico contó con la participación de aproximadamente 25 millones de mujeres, un número que reflejó la importancia y el impacto de esta nueva etapa democrática.
El reconocimiento del sufragio femenino en México no sólo significó un avance en términos de derechos civiles, sino que también abrió las puertas a una mayor participación política de las mujeres.
Con el tiempo, esto ha llevado a un incremento en la representación femenina en el Congreso y otros cargos públicos, contribuyendo a una democracia más inclusiva y representativa. A más de seis décadas de este logro, ahora con la primera presidenta recién electa de México. La participación femenina en la política sigue siendo esencial para el desarrollo democrático del país.
