Alejandro Barboza Zamora tiene 18 años dedicándose a la venta de paletas de hielo sobre las principales calles del centro de Colima y al exterior de algunas escuelas.
Incursionó en este oficio debido a la falta de oportunidades laborales y a la necesidad de poder solventar los gastos del hogar, pues asegura, viene de una familia humilde.
"Pues es que siempre me gusta el comercio, tenía otro trabajo pero como ando malo de la columna ya es menos, es pesado pues".
Barboza Zamora reconoce que se trata de una labor a la que le ha tomado mucho cariño, pues es un negocio noble, le permite trabajar a sus tiempos, estar al pendiente de la familia y además, disfruta mucho interactuar con la gente.
"Apoyando a los clientes, a los niños, a toda la comunidad/en vacaciones estuve trabajando por fuera, nada más que esta semana no trabajé porque mi esposa se me puso grave".
Los sabores favoritos de los niños son; uva, jamaica, chicle, cacahuate y nance, además de ser una golosina que ayuda a que las personas se refresquen ante las altas temperaturas.
Alejandro asegura que mientras sus energías se lo permitan, continuará deleitando el paladar se los colimenses con sus ricas paletas de hielo.
"Mientras Dios me deje vida pues no sabe uno ya ve que ahora estamos y mañana no estamos, mientras pueda caminar porque cuando ande con un bastón no voy a poder trabajar".