Hace 19 años, Gustavo Ayala y su esposa decidieron emprender un negocio de piñatas, con la teoría de que "todos los días, un niño o niña cumple años", lo que los motivó a creer que sería un éxito.
"Mi esposa ya hacía piñatas desde antes y hasta que un buen día me dice, oye quiero una tienda grande de piñatas, yo decía bueno las piñatas no eran lo que yo tenía en planes para un negocio/tenemos la fortuna que mucha gente en Colima y fuera del estado nos buscan".
Han trabajado para varios municipios del estado, pero también para entidades como Jalisco y Michoacán, incluso han tenido pedidos para Estados Unidos, Europa, Francia y Alemania, cumpliendo con las medidas y requisitos del embalaje para que puedan viajar.
"Es darle al cliente un buen servicio, es darle al cliente calidad y sobre todo ofrecerle al cliente variedad, el cliente más difícil estoy seguro son los niños, ellos te dicen si la figura es adecuada, si se parece, si no se parece, las caricaturas están al día".
Además cuentan con un espacio privado de piñatas para eventos como; despedida de soltero, piñatas para tiendas de adultos, entre otros, aunque su principal fuente de ingresos son las piñatas de personajes de caricaturas para niños.
"Tenemos la fortuna que muchos de los niños que fueron nuestros clientes y vienen con sus niños, en una segunda generación que nos está comprando y eso nos llena de orgullo/mi esposa en la noche en vez de llegar en la tv cualquier otra cosa se pone a ver las caricaturas, las películas me las he tenido que acompañar a ver al cine".
Menciona que el secreto de este negocio es la paciencia, creatividad y perseverancia, mientras que su mayor satisfacción es que el cliente regrese y sobre todo, ver la sonrisa del niño o niña que se van contentos con su piñata.