"Como a los dos años de que me casé con mi esposo porque él viene de familia de tuberos, entonces, este, pues mi esposo había quedado sin empleo y el conociendo el oficio nos empezamos a dedicar a esto".
Alejandrina Sánchez Zamora tiene 20 años dedicándose a la venta de tuba en el centro de Colima. Menciona que se trata de un oficio noble, que le ha permitido salir adelante a su familia.
"de hecho de aquí es donde mis hijos han tenido su estudio y sus cosas/nosotros les hemos inculcado que dice mi esposo dedíquense a lo que quieran pero aquí saben que por lo menos es un oficio que pueden emprender en cualquier momento y pues es un trabajo honrado".
Además, de que se distrae, este negocio le ha permitido cultivar muchas amistades, pues gusta de compartir anécdotas con sus clientes.
"El trato con la gente, pues platicar con ellos porque hay gente que se acerca y se pone a platicarnos de su vida, entonces es lo que me gusta a mí el contacto con la gente/de hecho es un ratito nada más, unas tres o cuatro horas las que venimos, me distrae".
Sin contar con el orgullo que le causa el hecho de poder ofrecer una bebida típica de Colima, a la vez que deleitan los paladares de quienes adquieren esta rica y refrescante bebida que es extraída de la palma de coco, la cual combinan con manzana, pepino y jugo de betabel que es lo que le da el color rojo, al final le agregan cacahuates para intensificar el sabor.