De enero a abril del 2022, las llamas de 22 incendios han afectado las zonas forestales del estado de Colima; las zonas más críticas han sido Manzanillo, Tecomán y Comala, con una alta propagación por las condiciones de sequía y las altas temperaturas que han llegado a los 45 grados centígrados.
Ana Luz Quintanilla, profesora e investigadora de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Colima, explicó que "uno de los principales problemas que crean, pues es la calidad del aire es un problema fuerte, porque al quemar estamos inhalando mucho más dióxido de carbono (...) esto no solamente nos afecta a los seres humanos, sino cuando hablamos de daños, son daños a todos los seres vivos, también afectan a todos los animales y también afectan a las plantas".
En la entidad, la Comisión Nacional Forestal cuenta con 150 combatientes de incendios forestales, el periodo crítico concluye en junio próximo.
"Los incendios no solamente nos aumentan el calor en una área, o en una región, o en nuestro estado en particular, al incrementar el calor pues lo que tenemos es que la evaporación se da mucho más rápidamente y al estarse evaporando tenemos problemas fuertes porque entonces tenemos poca absorción de agua para el recargo de mantos acuíferos", apuntó la investigadora.
Hasta hoy, la superficie afectada ha sido de más de 230 hectáreas, y las actividades que han generado estos incendios han sido actividades ilícitas de cambio de uso de suelo forestal, quema de basureros, fogatas, fumadores y uso del fuego en otras actividades.